miércoles, 27 de junio de 2007

TRANSFORMACIONES GENÉTICAS

Transformaciones genéticas


“¿Qué harías si te prohibieran cortar el césped...?
Vería crecer la hierba.” ( Fahrenheit 451)
Música de Clint Mansell: π
Mi habitación es muy amplia y luminosa. La cama anatómica, junto a la ventana, orientada hacia el norte, una mesa pequeña en el centro, una silla giratoria, también anatómica, y un armario. A las seis de la mañana se conecta automáticamente el panel de control energético del edificio inteligente donde vivo y nos abastece hasta las nueve de la noche. Desde hace dos meses trabajo en el Centro Superior de Investigación Científica que se encuentra en la Zona Este de la ciudad. Siempre cojo el metro para ir al trabajo. Desde la salida de la boca del metro hasta la entrada del edificio de seis plantas hay unos doscientos metros. Ahí está, mi primer trabajo, la explanada, las cabinas con los vigilantes y mi tarjeta de identificación. Una vez pasados los controles de seguridad, subo a la segunda planta en el elevador metálico. He llegado pronto. Conecto el computador y reviso mis mensajes. Tengo uno de mi profesora polaca, Agnieska Mrozek, con varios archivos adjuntos:
- Dudo que volvamos a vernos. Te dejo estos archivos con mis anotaciones. No hay peligro. He utilizado nuestro código. Espero que no te descubran. Léelas, guárdalas y déjaselas a quien consideres oportuno. ¡Rápido...! No puedo más. Lo dejo en tus manos.
- Estoy aturdida. No entiendo. La han expulsado. Pero...¿ Por qué.....?
Antes de abandonar el Centro de Investigación, guardé algunas de las notas e impresiones sobre el proceso al que estaba asistiendo. La profesora Agnieska Mrozek me ayudó en mis comienzos. Tardó poco en ser expulsada por el Consejo. El derecho a ser informado de la acusación formulada es esencial para que el acusado pueda preparar su defensa y se concreta en conocer los hechos que se le imputan y la calificación jurídica de los mismos, y en el caso de no entender la lengua oficial correspondiente, el imputado tiene derecho a la efectividad de ese derecho, por medio de un intérprete que proporciona el Juzgado. Jamás se supo cuál era la acusación ni hubo intérprete. Nadie me informó ni volvimos a saber nada de mi profesora polaca. Posteriormente, contrasté algunas de mis observaciones con varios neurólogos, médicos y genetistas, que fueron confirmando su teoría. Como mi contrato en prácticas en el Centro de Investigación Científica finalizará pronto, transcribo algunas de sus anotaciones guardadas, sabiendo como sé que alguno de mis sucesores, de existir, podrán encontrarlas.
2 de julio de 2006.
Transformaciones Genéticas.
Es lógico que el cerebro humano no desarrolle toda su actividad. El gen de la supervivencia anuncia que, de ser así, nunca se haría de forma sincronizada, y a la especie no le interesa. La especie no sabe que no le interesa conscientemente. Lo sabe su memoria genética. Los seres que han salido del esquema desarrollando algo más su potencialidad, son hijos de un desliz, de un azar o de un error. No estaban previstos. Y al no estar previstos, el sistema no prevé su existencia. La línea genética del error, de lo no previsto, puede darse en la misma familia genética, heredando, quién sabe, caracteres de tres o cuatro generaciones anteriores que cometieron, a su vez, sus deslices. Digamos que existen genes conservadores y genes aventureros, que van por libre en la carrera genética. Esta es la única explicación, pues la memoria genética no estaba programada para otras transformaciones ni descubrimientos. Sin embargo, el azar, que actúa en todas direcciones sorprendiendo a la lógica más aplastante, ofrece la posibilidad de que se den conjunciones, uniones genéticas anárquicas, que, paulatinamente, de forma progresiva, produzcan pequeñas mutaciones que no se harán perceptibles hasta pasado mucho tiempo. Cada gen es similar a un minúsculo microchip que guarda la memoria de un computador avanzado. De los genes más conservadores y primitivos nacieron las familias sólidas y la tendencia a la raigambre. Los genes más experimentales, en cada generación, pueden producir efectos depurativos. Como el jardinero que limpia las malas hierbas del jardín, estos genes airean interiores, expurgan viejas rencillas en las tribus genéticas y hacen la función de mediadores entre los pancistas y los racionales. En ese amasijo de puntitos infinitesimales que se mueven como pulgas por el corredor de la vida, algunos científicos arriesgados se lo pasan pipa. Aún así, la constatación de que el cerebro humano se mantiene atrofiado en la mayor parte de su territorio grisáceo, no deja de inquietar a una facción investigadora. ¿ Cuál es la causa de esa atrofia....? Unos dicen, con reservas, que la batalla está ganada por los genes más conservadores, y que sólo un cambio drástico, provocado por una catástrofe similar a la erupción de un volcán de dimensiones infinitas daría lugar a cambios radicales en la especie. Nos referimos al fenómeno que no contempla la manipulación genética por parte de los humanos. Otros, en cambio, aseguran que la aventura comienza aquí, que existen síntomas de ese cambio, y tampoco contemplan la manipulación, en absoluto, pues creen que no es necesaria para que se produzca. No porque vayan a aparecer monstruos de cuatro cabezas o seres clónicos que sirvan como esclavos a los estados-isla, una de las posibles ficciones- realidad que han dado más terror. La forma infantilizada del terror. No es eso. Piensan en el final de la especie tal y como la hemos conocido. Pues no hay mayor terror que ser de otra especie con la misma cara y el mismo cuerpo.

¿Es posible que sea así....?
Esta es la ficción de una aventura.

3 de julio de 2006.
Los genes y el cerebro.
Si no existiera la conexión, la ficción no existiría.

10 de julio de 2006.
La experiencia programada.
Pienso en mi experiencia. Traspasado el umbral programado, se va ajustando a otras experiencias-miniatura que sigo experimentando como propias, hasta que llegue el día de su total extinción, por inutilidad. Estas experiencias-miniatura son la copia de la copia de otras experiencias vividas por nuestros antepasados. A medida que la experiencia se repite su valor va disminuyendo y, con él, mi sensibilidad ante la aparición de otra experiencia semejante. Al ser miméticos, las secuencias no son simultáneas, pues hay una franja de tiempo que separa al imitador y al que es imitado, pero tarde o temprano llegarán, como experiencia real o experiencia copiada. Miles de ejemplos del hacer cotidiano iluminan esta definición, desde las formas que adopta mi tiempo de ocio y mi pensamiento, a las de la esclavitud en mi trabajo, y lo que hoy se llama creación. Algunos de los miembros de las generaciones intermedias venimos cargando con el fardo de la conciencia real y el de la no-conciencia de aquellos que, no perteneciendo, todavía, a la especie que se sucederá en un futuro no lejano, nacen adaptados a las manifestaciones de la experiencia programada. El hecho de la existencia de esa conciencia provoca ya el cambio hacia la nueva especie. Somos los híbridos, héroes del mestizaje que no fuimos absorbidos o exterminados por nuestros predecesores y progenitores: los hijos y nietos del desliz.



13 de julio de 2006.
“El agua se aprende de la sed”. Emily Dickinson.
“No hay sed. ¿ Dónde está el agua? ” Palabras sin contenido.
Al igual que una misma palabra no tiene el mismo significado para una persona u otra dependiendo de su ambiente, cultura, educación y biografía, voy observando cómo paulatinamente las palabras se han ido vaciando de su contenido originario o desapareciendo al desaparecer su referente. Se salvan las que hacen mención a los instintos: sed, hambre, sueño, sexo. O al nacimiento y la muerte. Nacer y morir, en todas las lenguas del mundo, significa lo mismo. Tras miles de repeticiones y mutilaciones, muchas palabras han terminado por no significar nada. Multitud de seres habitamos el mundo desconociendo que esas palabras significaron algo para nuestros ancestros. Lenguaje es pensamiento. Cuanto más rico es el lenguaje más rico es el pensamiento. De lo que se deduce que el grado de reflexión y pensamiento ha disminuido tanto que todavía se desconocen las consecuencias en los estados-isla. ¿ No se necesita o no sabemos que se necesita...? Si más del noventa por ciento de la especie dedica todo nuestro tiempo a la subsistencia, que nunca ha sido más difícil, se desconoce lo que pasará en un futuro. Por otro lado, jamás se ha abusado tanto y tan mal de palabras que significan otra cosa adaptadas a los usos y negocios de los nuevos traficantes de humanos: talento, creatividad, cultura. Y con ellas, la aparición de técnicos y gestores especializados en tareas sin parangón posible en la Historia.
14 de julio de 2006.
Juegos de simulación. Los Sim. ¿ Soy un Sim....?
Sabemos que los juegos de ordenador requieren varios ingredientes para resultar atractivos: buenas dosis de acción, un poco de sangre, y la violencia necesaria para que el juego sea divertido. La violencia es imprescindible para crecer, pero que ningún personaje hable en el juego, resulta, al menos, curioso. Por no hablar de ese lenguaje parco y estúpido de los chat o los juegos de internet. Hemos sustituido la experiencia real por la experiencia virtual, que ha suplantado a la primera en unas décadas. Miles de individuos pasan horas conectados a sus ordenadores, sin ninguna comunicación con el resto, controlados por otros que, a su vez, están programados.



15 de julio de 2006.
Exploración a través de los sentidos.
Eran cinco: gusto, olfato, tacto, vista y oído. Los sabores han cambiado tanto que se necesitan auténticos gourmets que estimulen nuestro paladar. Con el resto de los sentidos sucede lo mismo: no olemos ni vemos ni escuchamos los olores, colores y sonidos de nuestros antepasados. No los entendemos. Por lo tanto, no existen. No se explora a través de los sentidos. El miedo cada vez es mayor. La curiosidad ha desaparecido. De no ser así, no se necesitarían horas extras pagadas de masajes o terapias. La parte humana que queda en nosotros se rechaza a sí misma. Hasta hace poco tiempo algunos sabios orientales seguían conservando los secretos de sus esencias, siendo expertos en olores, sonidos ancestrales y sabores, pero dado el contagio y la contaminación, han ido desapareciendo. El único sentido desarrollado es el de la vista, aunque no percibimos los matices de color. La falta de percepción es similar en un sano y un enfermo. De hecho, los conceptos de salud y enfermedad están desapareciendo. El miedo ha reducido nuestras posibilidades a otra edad mental, que nadie osa situar todavía, sin ninguna capacidad de empatía.
17 de julio de 2006.
Pérdida de imaginación, capacidad de observación y pensamiento lógico.
La imaginación, capacidad de observación y pensamiento lógico se encuentra solamente en esa etapa que va del nacimiento hasta los siete años. A partir de ahí, al sistema, en su conjunto, no le interesa. La progresiva castración de ciertas capacidades nos convierte en seres que llegamos a la edad adulta en un estado de embrutecimiento absoluto, aptos para ser esclavos útiles, sin capacidad de respuesta ni capacidad crítica. Jamás se ha hecho más necesario el disimulo y la ocultación. Esta característica es sustancial en el análisis del fenómeno del cambio, pues tanto la Sociología como la Psicología y, en parte, la Psiquiatría, sólo pueden explicar una parte del fenómeno real en su estado inicial, correspondiente al pleistoceno, en lo que respecta a las transformaciones genéticas.



Lo que en principio puede ser un estudio del comportamiento de un individuo respecto al grupo puede acabar convirtiéndose en una verdadera transformación genética, y, pasado el tiempo, en una auténtica metamorfosis biológica. Hasta hace relativamente poco la gente se esforzaba en tener una seña de identidad, pues el sistema necesitaba individuos que les contase qué era lo que le pasaba. Lo decían, lo escribían o lo narraban. En la actualidad, casi nadie se adentra en esos jardines porque la sociedad no parece sentir esa necesidad. La inteligencia teórica no ha sido sustituida por una inteligencia práctica. Ha sido sustituida por internet, rudimento tecnológico adaptado a las necesidades de los individuos sin conciencia. La sociedad no necesita a nadie que le cuente lo que le está pasando. El gen que guarda la memoria de estas facultades, al no utilizarse, se atrofia y muere. En la lucha por la vida no llegan todos los espermatozoides al óvulo. El gen que guarda esta memoria y muere, no se reproduce ni se hereda.

18 de julio de 2006.
Promiscuidad de la indiferencia.
No existe vicio con mayor reputación que el de la indiferencia. Para llegar a ser un indiferente se necesita una mutación genética real. Ningún científico nos ha desvelado el secreto. Pero terminará haciéndolo, sabiendo que le queda poco tiempo.
¿Quién tiene cargos de conciencia, hoy....?

18 de julio de 2006.
Analfabetismo
No existe una conciencia real sobre el analfabetismo. Existió, hace décadas, pero ya no quedan seres representativos de esa conciencia.



20 de julio de 2006.
Visita a los campos de exterminio de Polonia.
Montones de mechones de pelo, de lentes, montones de fotografías y prótesis. Una mujer se pinta los labios y se peina. No estuve allí. Me lo contaron.
23 de julio de 2006.
Casos prácticos. Celdas Alfa, Beta y Gama.
Macho y hembra adultos. Ejemplares nº XX. Edad: 50-60 años. Individuos dóciles y sumisos adaptados a las exigencias del estado-isla. Breve fase de angustia existencial que ha dejado secuelas en ambos hemisferios del cerebro. Forman parte de los últimos individuos de la especie en estado de degradación. Presencia de muelas del juicio. Operaciones frecuentes: apendicitis y próstata. Elevado porcentaje de adictos al tabaco, el alcohol y las drogas. Han sido productivos. Lenguaje: registro de las palabras “libertad”, “igualdad”, “fraternidad”, y de la expresión “me importa una higa”, desaparecidas a mediados del siglo XX. Significado desconocido.
Macho y hembra adultos. Ejemplares nº XXI. Edad: 30-40 años. Individuos adaptados a las exigencias del estado-isla. Alto grado de especialización. Períodos de angustia y acoso laboral que han dejado secuelas en ambos hemisferios del cerebro. Productivos. Forman parte de los híbridos. Operaciones frecuentes: laparoscopia de quiste endometrioso. Desaparición paulatina de muelas del juicio. Elevado porcentaje de adictos a las drogas. Lenguaje: registro de las expresiones: “ la realidad supera a la ficción” y “atufa a perruño”, desparecidas a finales de los años noventa del siglo XX. Significado desconocido.
Macho y hembra adolescentes. nº XXII. Edad- 15-18 años. Individuos dóciles totalmente adaptados a los estados-isla. Pérdida de capacidad lógica, de abstracción y concentración. Períodos de aburrimiento que han dejado secuelas en ambos hemisferios del cerebro. Productivos. Necesidad de estímulos constantes para la realización de tareas básicas. Operaciones: vegetaciones y anginas. Desaparición total de muelas del juicio. Elevado porcentaje de alérgicos y adictos a las drogas sintéticas. Lenguaje: Estructuras elementales. Registro de las expresiones: “pienso de que es superfuerte” y “es como muy auténtico”, desaparecidas a finales de 2000. Significado desconocido.

Dejo estas anotaciones para los futuros contratados.
Me invitan a regresar a mi apartamento, para trabajar más tranquila, según dicen, en horario de ocho a tres, donde varios pares de ojos analizarán la elección de mis apareamientos para posibles compatibilidades genéticas, lo que hago, lo que como y cuándo duermo.
- Acerque más el objetivo.
- ¿ Qué está haciendo la cretina....?
- Observa por la ventana cómo un anciano poda las plantas del jardín. Ahora se rasca la cabeza, bebe un gran vaso de agua y se sienta en la silla anatómica a leer un libro.
- ¿ Pero qué dice...? ¿ Cómo...? Si no hay ancianos y no hay césped. ¿Bebiendo agua....? ¿ Leyendo qué....? Quite, por favor, quite.... Déjeme a mí....

Ángeles Basanta

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