miércoles, 19 de diciembre de 2007

LECCIONE BÁSICAS DE LATÍN . 1º DE B.U.P

Latín de 1º de B.U.P, incluidos los tres tomos maravillosos de Indro Montanelli, de cuando empezamos a sospechar lo que se avecinaba, en una fría ciudad del norte de España.

(Dedicado a Víctor y Miguel Ángel, profesores queridos que me enseñaron en los primeros años de adolescencia.)[1]

Analizar y traducir:

1º. Memoria est thesaurus omnium rerum et custos.
2º. Terra, ut focus domiciliorum, sacra deorum omnium est.
3º. Non deterret sapientem mors.
4º. Tullius Tiro M. Ciceronis alumnus et libertus adiutorque in litteris studiorum eius fuit. Is libros complures de usu linguae Latinae composuit.
5º. Manium iura maiores nostri et sapientissime instituerunt et religiosissime coluerunt. Februario mense, qui tunc extremus anni mensis erat, mortuis parentari voluerunt.
6º. Germani proditores et transfugas arboribus suspendunt, ignavos et imbelles et corpore infames caeno ac palude mergunt.
7º. Sequimur nos et cum Agamemnone ad ianuam pervenimus, in cuius poste libellus erat cum hac inscriptione fixus: “ Quisquis servus sine dominico iussu foras exierit, accipiet plagas centum.” In aditu autem ipso stabat ostiarius prasinatus, cerasino succinctus cingulo, atque in lance argentea pisum purgabat. Super limen autem cavea pendebat aurea, in qua pica varia intrantes salutabat.

Aforismos:

- Sub iudice lis est, “ el pleito está pendiente del juez ”.

- Is fecit cui prodest, “ lo hizo aquel a quien le fue útil ”. Viejo axioma de derecho que pretende que el culpable es aquel que pudo sacar provecho del hecho delictivo. En la investigación de un delito se formula la pregunta: cui prodest?, “¿ a quién aprovecha? ”.
[1] Miguel Ángel me regaló su Tesis. Profesor bueno, siempre fue un inadaptado. De Víctor tenemos gratos recuerdos los alumnos que tuvimos la fortuna de que nos diese clase de Griego. También ha sido un inadaptado en los ambientes académicos, como Miguel Ángel, dada la paletada general, pero por carácter sabe pasar desapercibido cuando le conviene. También envío cariñosos recuerdos a Juan y a Ana, de Zaragoza. Juan se levantaba a las seis de la mañana para traducir larguísimos textos de Latín, y yo, que era una niña, siempre le llevaba flores cuando veníamos de la playa.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Cómo acabar con la delincuencia organizada

Cómo acabar con la delincuencia organizada o campaña de lectura a favor del libro hueco.

Ponga un libro-objeto en sus manos o un objeto con apariencia de libro y saldrá despavorido el delincuente, a la velocidad del sonido.

Campaña a favor del libro-objeto o método infalible para erradicar cualquier tipo de delincuencia organizada que pulula por los vastos espacios métricos, avenidas, plazas, the tube o you tube, estaciones, calles, parques y jardines, internautas- astronautas que copian que da gusto catallos, como ciertos personajes sin parangón posible en la Historia del país y las Humanidades, centros de trabajo culturetas, universidades, bibliotecas, polideportivos o cursos de verano y cambio climático, eventos consuetudinarios varios y lugares públicos e impúdicos: que el libro esté hueco o no y en él guarde la barra de labios, el cepillo de dientes, la agenda electrónica o la pistola comestible de chocolate para zampársela en horas punta, es lo de menos.
Características del libro-objeto: que esté de buen año tirando a obeso, que no se trate de una novelita al uso para lectores cómplices, y que lleve impreso en la portada, tamaño gigante, para que se vea a la perfección de lejos y de cerca, un título muy largo y raro, raro, raro.
Demostrado: el 90% de las mujeres que utilizan este método ganan en salud, dominio de la capacidad espacial y sentido del humor. Resultados óptimos en la primera semana de tratamiento.
Recomendación: para que el método sea eficaz al 100%, sustituya, en las situaciones de peligro inminente, en las que los palurdos que van de genios, divinos de la muerte, y provocan lástima, compasión y piedad, por este orden, se van acercando aleteando las pestañas, el libro hueco por un ensayo de mil quinientas páginas de Matemáticas, Física Cuántica, Gramática Generativa para perder el tiempo, Filosofía en calcetines, para hacer músculo, engañabobos de reír o aprender a reírse de una misma, o un suculento ejemplar para pasear por el malecón, de Derecho Administrativo. No falla.
Con letra pequeña, cuerpo ocho, y al pie de la letra, acompañado con la foto, a todo color y a toda página, de una mosca desnuda con flequillo, corte nefertiti, último imperativo categórico, espléndida, una abeja roncando en amplias extensiones de porcinas o vacunas rabadillas, el sexo transparente de un hongo o el penecillo erecto de un ballenato patagónico.
No olvide que el efecto de pánico colectivo que provoca el libro en España, incluidas las naciones sin estado, es infinitamente superior a su apariencia, y su apariencia, superior a cualquier tipo de violencia simbólica o real, poética o literaria, en papel o en formato digital.
Cualquier modelo educativo que se precie conoce la importancia del taller de manualidades, consecuencia de los resultados en materia educativa reflejados, en parte, en el Informe de la OCDE Pisa 2006.

viernes, 23 de noviembre de 2007

LA REALIDAD REAL.

Para aquellos secuaces, mimados por el analfabetismo, a secas, el clientelismo, la misoginia y el machismo de ambos sexos, la envidia congénita heredada y la macarra finisecular principios de éste, existían tres clases de individuos en sus países de origen respectivos. A saber: la chusma, el poblacho o populacho, el noventa y siete por ciento de la población, plazas y barrios de donde habían salido y, por la misma razón, a los que halagaban en público y despreciaban en privado, por motivos estrictamente diplomáticos.
En segundo lugar se encontraban los que tenían cierta clase, el dos por ciento de la población, a cierta distancia del populacho pero que no habían alcanzado el estado idóneo de putrefacción personal, moral e intelectual, aunque había quien albergaba ciertas esperanzas, pues ya había aprendido a distinguir, copiando y disimulando mucho, superficialmente y en los casos anormales, la diferencia existente entre lo que significaba leer y comprender a Spinoza o simular serlo o entre leer a Steiner y saber lo que quiere decir Steiner cuando escribe. Éstos eran utilizados, en las ocasiones especiales de protocolo, para disfrazar la realidad dedicada a las minorías intelectuales inexistentes en el país o los países, pues convenía mantener aquel estado de irrealidad. El resto de la población perteneciente a esta clase era contratada, si se terciaba y se dejaba en los momentos de debilidad juvenil, bucólico-pastoril, dada la escasez de trabajo cualificado y sin cualificar por aquellos pagos, para realizar los trabajos sucios de charcutería o carnicería, en puestos a dedo, inventados, además de los no menos complicados trabajos de chanchulleros, chapuceros, ninguneadores, profesionales de la profesionalidad, gestores de la gestión gestionante, vigilantes de felicidades ajenas y de ciertas chicas que no van con ellos porque tienen muy buen gusto.

Por último o en primer lugar se encontraban los superclase, ellos, en exclusiva, en versión original, según ellos y ciertos personajes del gamberrete de Quentin Tarantino, que los dejó inmortalizados, para gloria y plagio del país y/o los países. Así pensaban. Así actuaban. Así se manifestaban. Salvo algunas excepciones que irían en aumento hasta desbordar todas sus previsiones. Sin duda. Sin embargo, de momento, y seguiría vigente durante un tiempo, - interesaba mantener a la población anestesiada, idiotizada-, quienes cuestionasen aquellos datos estadísticos serían encarcelados en la torre de los cuerdos, acompañando a un tal Kevedinsky, que viejo y enfermo dejó escrito:
“...Fui traído en el rigor del invierno, sin capa y sin comida, de sesenta y un años de edad, a este Convento Real de San Marcos, donde he estado todo este tiempo, en rigurosísima prisión, enfermo de tres heridas, que con los fríos y la vecindad de un río que tengo por cabecera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, no sin piedad, me las han visto cauterizar con mis propias manos; tan pobre que de limosna me han abrigado y entretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espantado a todos.” “De ahí, -decía Marta-, mi radical optimismo”.

martes, 30 de octubre de 2007

GEOMETRÍAS HUMORÍSTICAS.

“ Cuadrado. Aplícase a la figura plana cerrada por cuatro líneas rectas iguales que forman otros tantos ángulos rectos. Dícese del cuerpo prismático de sección cuadrada. Acto, centímetro, decímetro, estadal hierro, hueso, kilómetro, metro, pie de cuadrado. Legua cuadrada. Raíz cuadrada. Columna cuadrada. Aspecto cuadrado. Regla prismática de sección cuadrada que sirve para rayar con igualdad el papel. Troquel. Producto que resulta de multiplicar una cantidad por sí misma.”
Al principio existen dos calles paralelas, una que sube y otra que baja, por donde transcurre el movimiento, donde todos se encuentran si se buscan, donde todos se pierden si se encuentran. Después se suele cambiar de actitud, y en lugar de dos son cuatro, seis u ocho los que habita, formando varios cuadrados en el plano. El mundo, llegado ese momento de apertura mental, crucial, se convierte en un espacio de inmensas dimensiones, con posibilidad de construcción de amplios ensanches. Sin embargo, esté o no dispuesto a describir aquello que encuentra en su camino o en su proyecto arquitectónico de años, la vida transcurre de igual modo. En ese argumento pasará la mayor parte del tiempo que usted tiene destinado, hasta alcanzar la línea fina unida al horizonte, en el tramo final del dibujo del plano donde nos encontramos.
Lo más conveniente, para ir adaptándose, es que empiece a estudiar las probabilidades matemáticas que encierran esas calles o avenidas, dispuestas del modo que sigue a continuación, colocando una estructura geométrica o un cuadrado. Pero el cuadrado, además, es una cicunferencia, y la circunferencia una línea finita o infinita, y la línea, cualquier figura geométrica que usted quiera imaginar. Habitamos una geometría en un plano de vidas paralelas.
De todos los ambientes que se encuentran en ese cuadrado dibujado, los que más atraen son los del centro. Los centros de cualquier geometría hacen de imán, y los que habitan a los lados quieren encontrarse en ese punto, previamente medido en el espacio, para cambiar de postura y perspectiva. Pero el centro tiene sus medidas. En su origen es un punto que después se hace más grande hasta convertirse en círculo, mancha dentro del cuadrado, que, en ocasiones, por el movimiento del gentío, adquiere otras formas, más o menos sugerentes. Y ya le ha pasado a alguno con problemas de visión, agudo a la hora del aguante, en plena efervescencia narrativa, que le pregunte, para salir de la mancha: ¿me puede dejar los prismáticos...?
La masa apenas deja sitio, pues todos buscan hueco y acomodo, sin saber cómo salir del círculo, para entrar de nuevo en el cuadrado. Y en esa tesitura transcurre otra parte de su tiempo, del tiempo que tiene adjudicado, hasta que llega, con suerte y mucho empeño, de nuevo hasta los ángulos. Segunda tendencia, que no falla, en todo organismo humano. Si consigue llegar al punto en que concurren los dos lados de un ángulo o donde concurren tres o más planos, puede que se haga más flexible y ofrezca nuevas posibilidades de movimiento humano en otros lados. Que abra, supongamos, una puerta en el dibujo diseñado del plano, el plano que da a otro plano, dejando un lado más corto que el resto, por donde pueda salir parte del gentío, pasando de ser un cuadrado al uso, simple y confuso, para moverse con más libertad, incluyendo otras geometrías humorísticas.


THE HETHERLANDS BACH SOCIETY.
TRICENTENARIO DE LA MUERTE DE D. BUXTEHUDE.

DOMINIQUE LABELLE. SOPRANO.
JOS VAN VELDHOVEN. DIRECTOR.

VIOLINES PRIMEROS: SAYURI YAMAGATA, ANNELIES VAN DER VEGT, PETER VAN BOXELAERE, WANDA VISSER ( VIOLA I EN BUXTEHUDE).

VIOLINES SEGUNDOS: PAULIEN COSTÉENSE, MARINETTE TROOST, LIDEWIJ VAN DER VOORT.

VIOLAS: STAAS SWIERSTRA ( VIOLA I EN BUXTEHUDE), JAN WILLEM VIS (VIOLA 2 EN BUXTEHUDE). ESTHER VAN DER EIJK ( VIOLA 2 EN BUXTEHUDE).

VIOLONCHELOS: RICHTER VAN DER MEER, BARBARA KERNIG.

CONTRABAJO: ROBERT FRANENBERG.

OBOE: PETER FRANKENBERG.

FAGOT: BENNY AGHASSI.

ÓRGANO POSITIVO: SIEBE HENSTRA.

SOPRANOS: LAUREN ARMISHAW, IRMELA BRUNGER, SUSAN JONKERS, KLAARTJE VAN VELDHOVEN.

ALTOS / CONTRATENOR: SASKIA KRUYSSE, DANIEL LAGER, ELENA POZHIDAEVA.

TENORES: ROBERT BUCKLAND, MARKUS SCHUCK, RENÉ VEEN.

BAJOS: MATTHEW BAKER, DONALD BENTVELSEN, NICOLAS BOULANGER.

Netherlands Bach Society ejerce un papel esencial en la vida cultural holandesa. El grupo barroco se da a conocer gracias a la “La Pasión según San Mateo” de Bach, en actuaciones de las que son apasionados devotos los holandeses y que atraen anualmente a más de doce mil personas de todas partes. Está formada por un grupo de cantantes e instrumentistas profesionales especializados en la interpretación del repertorio de los siglos XVII y XVIII. Su director es Jos van Veldhoven. Ofrecen unos cincuenta conciertos al año interpretando obras de Johann Sebastian Bach. La mayoría de los conciertos los ofrecen en Los Países Bajos, aunque también en Francia, Italia, Portugal, Alemania, Polonia, España, Noruega, Japón y los Estados Unidos. El grupo colabora con Gustav Leonhardt, Paul McCreesh, Marcus Creed y Masaaki Suzuki. Respecto a su discografía, Hetherlands Bach Socety realiza grabaciones para Channel Classic Records. Incluyen compositores holandeses e italianos.

martes, 2 de octubre de 2007

IMPRESIONES SOBRE HOLANDA.

Hubo un tiempo en el que Ámsterdam, quedan resquicios en toda la ciudad, fue el paraíso de los innumerables viajeros europeos que acudían a la ciudad de los canales atraídos por lo que ellos denominan “la pequeña república de Holanda” o “república de la libertad”, de modo que todos terminaban yendo a Ámsterdam, de paso o para quedarse, algo que sus habitantes han sabido explotar de forma inteligente. Esta apreciación es inevitable cuando te encuentras y te acogen en sus casas amigos holandeses. La impresión primera en la llamada “Venecia del Norte”, por los numerosos canales que dividen la ciudad en un centenar de islas unidas por puentes y por las casas, construidas sobre palafitos, además de saber andar en bicicleta, nacen pedaleando y patinando sobre hielo, es la de una ciudad hermosa, tranquila y acogedora, - los diseñadores y arquitectos holandeses están en alza-, donde todo está permitido siempre que no se moleste y en la que cada cual va a su aire y es respetuoso. Este carácter un tanto anárquico, en su apariencia, guarda una lógica aplastante: para un mediterráneo, acostumbrado a las presiones extremas, parece que son las presiones las que mueven la organización de la maquinaria social; para un holandés es al contrario: eliminan todo tipo de presiones para hacerse la vida más confortable. Y como son transigentes y respetuosos con todo el mundo y llevan demasiados años siéndolo, ahora se encuentran en ese momento, lógico, por otro lado, en el que hay que tomar ciertas medidas para evitar ese tipo de turismo que sólo viaja a Holanda, sin enterarse de nada, para ir al Barrio Rojo y contarlo a su regreso, del que empiezan a estar hartos. De ahí las medidas que va a adoptar el Ayuntamiento. Los holandeses están de vuelta de esas atracciones, pero, al parecer, para muchos extranjeros el atractivo de Ámsterdam sigue residiendo en lo que otros tienen olvidado, el sexo y los porros, en una ciudad preciosa, por lo demás, con una calidad de vida alta, actividades culturales interesantes, gusto por la música, los mercados de flores, quesos, productos ecológicos, rastrillos de libros de segunda mano, la lectura, donde hay varios centros de interpretación y estudio musical de gran prestigio y conciertos al aire libre para todos los gustos, además del emblemático edificio el Concergebouw, cerca del Rijsmuseum, Van Gogh Museum o el Stediemuseum, con una programación interesante, para cualquier amante de la música clásica. Y ellos lo son. Además de lo citado, hay que visitar la Casa de Rembrandt, las viejas fábricas de cerveza que se encuentran diseminadas por la ciudad, una maravilla, o algún restaurante de moda, interesante también, como el Café-Restaurant Ámsterdam, en Watwrtorenplein 6. Prácticamente todas las casas tienen una biblioteca, más o menos grande, pero una biblioteca. Y casi todas las casas, estudios y bajos alquilados para negocios, galerías o estudios de artistas, un instrumento musical. El piano y el violín acompañan a Holanda en cualquier rincón donde se encuentre.
Holanda es un pequeño territorio, que en sus dos quintas partes se halla situado por debajo del nivel del mar y que continuamente se ve amenazado por las grandes mareas y las crecidas de los ríos, poco fértil, debido a la gran extensión de terrenos pedregosos, turberas y pantanos, que, a pesar de la densidad de su población y del alto nivel de vida de los habitantes, obtiene una producción agrícola y zootécnina que permite una fuerte exportación. Los holandeses han sabido transformar turberas y pantanos e incluso amplias extensiones de agua en fértiles campos, que defienden heroicamente en una lucha contra los elementos. Aldeas preciosas inundan los alrededores, así que lo mejor es que se hagan excursiones, primero, en tranvía, después a pie o en bicicleta, por una postal donde puedes llegar a preguntarte: ¿ hay alguien viviendo en la postal...? Y así es.

De todos modos les lleva un gran trabajo mantener sus casas y hay que pintar todos los años las fachadas y tratar la madera para que esté en buenas condiciones, dado el grado de humedad. El país es pequeño y todo el mundo, desde los jóvenes hasta los ancianos, tiene conciencia sobre el cuidado del entorno y las tradiciones. La gente es amable y todos hablan inglés. Hay, además del turismo aludido, otra clase de visitante que no viaja de esa manera, por fortuna, además de las gentes de negocios que toman vuelos en el aeropuerto más transitado de Europa. Para conocer algo un país hay que patear sus calles, viajar a otras ciudades, algunas de ellas a menos de media hora de Ámsterdan, como Utrech, maravillosa, ciudad universitaria, por excelencia.
Por otro lado, independientemente de cuáles sean sus inquietudes, lo que está claro y ningún europeo entiende es el sistema de “proposiciones español”, como lo llama Roland, profesor de Economía y Estadística. ¿Qué es eso de las proposiciones, - refiriéndose a las oposiciones -? ¿ A qué se oponen exactamente?, preguntaba. Pero lo que ya no concibe su lógica es la explicación sobre ciertas realidades que escapan al sentido común y se viven en otros países, con cultura mediterránea esplendorosa incluida. Preocupados por los cultivos biológicos, el deporte y el amor por la naturaleza y su cuidado, los holandeses tienen una cocina autóctona escasa, -algunos pescados marinados o ahumados, arenques, patatas y coles ácidas con nuez moscada y salchichas, a la que han ido añadiendo todas las cocinas conocidas, pues el país está plagado de restaurantes de sus antiguas colonias y del resto del mundo: cocina de Indonesia, japonesa, española, italiana...Con mucho éxito, por cierto. Y el pastel de manzana, que venden en todas las panaderías, típico también de Alemania, está riquísimo. Les entusiasman, al igual que a los alemanes, los cremosos helados italianos.
A las ocho empieza la vida y a las siete de la tarde sólo se escucha, lejano, el sonido de una canción o de una persona que regresa a casa en bicicleta. Durante el día, alguna vez pasó el viejo organillo, atemporal, la misma música y el mismo organillo de colores de siempre, - para entendernos, pues no es un organillo, al uso, y ya aparece en los libros antiguos de Historia y Geografía de los Países Bajos-, con los molinos de viento, las vacas frisonas y las ovejas blanquísimas y redondas y hacía bailar a las gentes en las calles, al igual que cuando una casa está recargada, algo que no sucede casi nunca porque son sencillos vistiendo y decorando, suelen decir que es de estilo Steen, Jan Steen, el viejo pintor detallista, de la vida cotidiana, al milímetro. Bajamos a la calle Roland, Tom, Ana y yo, a escuchar el organillo, enseñándonoslo como sólo los niños enseñan un juego y después, la excursión, hasta llegar a la casa de madera de unos amigos de Roland, construida por ellos. Besos para el Barrio de Jordan.
TE QUEREMOS, HOLANDA.

Hicieron falta tres siglos para que la Iglesia Vieja (Oude Kerk), la iglesia más antigua de Ámsterdam, alcanzara sus dimensiones actuales. La iglesia ha experimentado tantas fases de construcción como el número de sus capillas. Aunque no se sabe cuando los “Am(e)stelledammers” (así se llamaban los primeros habitantes de Ámsterdam) comenzaron su construcción, se cree que fue a mediados del siglo XIII. Fue construida en forma de basílica sobre un cementerio a la orilla del río Amstel, pero en menos de treinta años se había quedado pequeña. En 1300, el conde de la provincia de Holanda concedió a Ámsterdam los derechos de ciudad comenzando una época de prosperidad económica que atrajo hasta la recién nacida ciudad a campesinos y comerciantes.
El nuevo proyecto arquitectónico para ampliar la iglesia era ambicioso: una iglesia de tres naves, con un coro alargado en la prolongación de la nave central. La iglesia fue dedicada a San Nicolás, patrono de los marineros y, más tarde, de los panaderos. La obra se completó en varias fases. Medio siglo más tarde, la iglesia tuvo que ser ampliada de nuevo. Se optó por la solución más lógica: las naves laterales fueron alargadas para formar un círculo alrededor del coro. Para poder dar a la iglesia una planta de cruz se construyeron naves transversales. Esta fase de la construcción debió paralizarse varias veces debido a los incendios de 1412 y 1452, que redujeron a cenizas grandes partes de la ciudad de Ámsterdam, por aquel entonces construida casi en su totalidad de madera. Asombrosamente, los incendios no afectaron a la iglesia. Otra razón podría ser que en esa época también se comenzó la construcción de la Iglesia Nueva ( Nieuwe Kerk) en la famosa plaza de Dam, ( en la que se concentran todo tipo de gentes y turistas, sin ser la más bonita de la ciudad, pero que es el centro neurálgico de Ámsterdam, especialmente cuando se visita por primera vez), que compitió con la Iglesia Vieja para obtener recursos económicos. Además, la ampliación de la Iglesia Vieja se veía dificultada por las construcciones de sus alrededores. No se podía ampliar más en sentido transversal, por lo que llegaba a su fin la historia de su construcción. A principios del siglo XVI se levantaron capillas laterales en la parte sur y en la parte norte, con lo cual el plano de la iglesia adquirió la forma que conocemos. Una última fase fue la elevación de la nave central, el crucero y el coro mediante la utilización de claraboyas. Con esta adaptación, los arquitectos habían vuelto al modelo original. Y con ello, el crecimiento de la iglesia había alcanzado los límites máximos: unos setenta metros de largo, sesenta metros de ancho y veinte metros de altura. “ Los abusos poco a poco introducidos en la Iglesia de Dios, han sido eliminados en el año mil quinientos setenta y ocho”. ( Este texto latino se encuentra en la reja de la nave principal).
La rebelión iconoclasta de 1566, movimiento popular calvinista que negaba el culto a las imágenes y causó grandes destrozos en los Países Bajos, también afectó a la Iglesia Vieja, ya que se destruyeron y robaron las imágenes y las riquezas. La victoria de los calvinistas sobre los católicos en 1578 significó el final del saqueo: las imágenes de santos y los altares desaparecieron de la iglesia y sólo se conservaron para la posteridad las pinturas de las bóvedas y de las cúpulas porque se encontraban a mucha altura, aunque sí se cubrieron con pintura. Antes de ´la Alteración´ (nombre con el que se conoce el cambio del catolicismo al protestantismo) la Iglesia Vieja era considerada un verdadero “cuarto de estar de la ciudad”: así como actualmente los vagabundos buscan refugio en la Estación Central de Ámsterdam, por aquel entonces los mendigos dormían en la iglesia, que era también el lugar donde los vendedores ambulantes vendían sus mercancías.

Los seguidores de Calvino no podían aceptar que esto sucediera en la casa de Dios, como se puede leer en la verja del coro, y limpiaron a fondo el establo de Augías. El actual interior de la iglesia, con su púlpito, monumentos y lápidas conmemorativas, data del siglo XVII. Los dos órganos se utilizaban para ofrecer conciertos y para tocar durante los servicios religiosos y de cuando en cuando fueron sometidos a renovaciones. El órgano grande fue renovado en 1724/1742 por Christian Vater y Johan Caspar Müller y goza de una gran fama. Pero las reformas no se limitaron al interior: en el siglo XVIII se realizaron las últimas obras, en las cuales se construyó un círculo de pequeñas casas alrededor de la iglesia.
En torno al mismo periodo, se renovaron partes de las bóvedas de madera de roble, con lo cual se perdieron algunas secciones de las pinturas. En 1755 todas las bóvedas fueron pintadas de azul de Prusia. Pero detrás de esta capa de pintura, la madera seguía su proceso de putrefacción, que se manifestó a principios del siglo XX. Las restauraciones de emergencia entre 1912 y 1914 no fueron suficientes de manera que, en 1951, la Iglesia Vieja tuvo que cerrar sus puertas. En 1955 la Congregación Protestante Holandesa cedió la propiedad de la iglesia a ´ la Fundación de la Iglesia Vieja de Ámsterdam´( stichting de Oude Kerk). Posteriormente, se efectuó una renovación en profundidad, que terminó en 1979. Durante las obras de renovación hasta que se consolidó, entre 1994 y 1998, se aplicó una capa protectora a las vidrieras de la parte exterior. Hoy, la Iglesia Vieja ha obtenido la calificación de monumento europeo, equiparándose a los principales monumentos del viejo continente.
La Iglesia Vieja tiene una larga tradición organística. En el siglo XV, ya colgaba un órgano de la pared occidental de la nave ( el muro de la torre) y en 1539 se adquirió un nuevo instrumento. En ese órgano tocó entre 1577 y 1677 el famoso organista Jan Pieterszoon Sweelinck. En 1724, el consejo parroquial de la Iglesia Vieja encargó al fabricante hamburgués de órganos Christian Vater un nuevo órgano para ocupar el lugar del antiguo. Vater terminó el órgano en 1726 y el consejo parroquial quedó satisfecho con el resultado.
En 1738, la torre comenzó a debilitarse y hubo que desmontar el órgano para su reparación. Una vez reparada la torre, se encargó a Caspar Müller que instalara de nuevo el órgano. Y Müller no sólo volvió a colocar el órgano, sino que lo transformó profundamente. Prometió que, después de la renovación, el órgano “hablaría de forma tan puntual y enérgica que podría oírse por encima de los cánticos”. El órgano de Vater y Müller permanecería inalterado hasta 1870, fecha en que fue modernizado por G.F.H. Witte. El gusto de la época exigía un sonido menos agudo. Witte cambió el sonido con la menor pérdida posible de material antiguo. El órgano no ha vuelto ha cambiarse desde la renovación de Witte. El órgano de la Iglesia Vieja ha gozado siempre de gran admiración. Se menciona en la famosa crónica de viajes dieciochesca de Charles Burney ( 1773).
Hasta hoy, continúa atrayendo a los amantes del órgano de todo el mundo, tanto personas que desean escuchar su música como músicos que desean tocarlo. El mueble del órgano fue diseñado por Jurriaan Westerman. En la parte superior del órgano se encuentra el antiguo sello municipal de Ámsterdam, con la imagen de una embarcación tipo Kogge y el escudo con las tres cruces de San Andrés. El órgano pequeño de la nave transversal data de 1658 y fue fabricado por el conocido Hans Wolf Schonat. El órgano del gabinete fue fabricado en 1767 por el artesano de Ámsterdam Deetlef Onderhorst, para un cliente particular.


Misericordes: en los bancos del coro: “ De una cuerda débil se tira con suavidad: si tiras con demasiada fuerza, la cuerda se rompe.” “ El dinero no cae por la chimenea: el dinero no crece en los árboles”. “ Se sienta entre dos sillas: no puede elegir y acaba sentado en el suelo.” “ Bostezar como un horno abierto” o “ debe abrir mucho la boca el que quiere que su bostezo iguale a un horno abierto: no puede abrirse la boca tanto como un horno, así que no hay que probar conseguir algo imposible”. “Aquí se condena el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.” “ El dinero es útil, pero no vale nada en presencia de la muerte”: “ Hay que navegar cuando sopla el viento: las cosas son más fáciles cuando se cuenta con ayuda.” “Dos necios bajo un solo tejado: dos personas están en todo de acuerdo, sobre todo en lo equivocado.” “A forjar se aprende forjando: las cosas se aprenden haciéndolas.” “ El uno ataca, el otro calma: aquí se representan la ira, uno de los pecados capitales, y el autocontrol o la bondad.” Todas estas inscripciones se encuentran en los bancos del coro número 24, 26, 27, 28, 32, 2, 3, 5, 15, 16 y 17. Entre los epitafios, se encuentran dos especialmente llamativos: Almirante Jacob van Heemskerck (1567-1607), fallecido en la Batalla de Gibraltar y Cornelis Jansz. De Haen ( 1580-1633), apodado ( el gallito ), capitán de navío, fallecido en la batalla contra los piratas de Dunquerque, en 1633.
RELATO DE TERROR O TERRORÍFICO:
DON LIBERTO, DOÑA LIBERTA Y EL PARTIDO DE FÚTBOL.

Para aquellos sujetos, sin escrúpulos, mimados por el analfabetismo y la macarra finisecular principios de éste, existían tres clases de individuos en sus países de origen respectivos: la plebe, chusma o populacho, plazas y calles de donde habían salido y, por la misma razón, a los que halagaban en público y despreciaban en privado, para defender sus intereses, por razones estrictamente diplomáticas: el noventa y ocho por ciento de la población. Los que tenían cierta clase, el uno por ciento, a cierta distancia de las masas o de las gentes -quienes cuestionasen los datos estadísticos quedarían confinados en la torre de los cuerdos-, que no habían alcanzado la debida putrefacción moral e intelectual, aunque albergaban esperanzas, pues ya sabían distinguir entre lo que es ser un cafre y las ventajas y beneficios que se obtienen por serlo. Aunque existían los que nacían aprendidos, siéndolo, lo que facilitaba el acceso hacia el idílico estado en el proceso de corrupción, hasta llegar a su máximo apogeo o punto álgido, ahorrándose, de este modo, los tediosos trámites burocráticos. Por último o en primer lugar, se encontraban los superclase, ellos, en exclusiva, en versión original, según ellos y Quentin Tarantino. Así pensaban. De este modo elocuente se manifestaban. Salvo algunas excepciones que irían en aumento hasta desbordar sus previsiones.
Partiendo de estas premisas presentamos a Don Liberto, casado con Doña Liberta, harto del acoso al que se encontraba sometido por lo que veía como gallinas de corral picoteando en el palo de un gallinero, algo comprensible cuando le acosan a alguien, aunque él tampoco pareciese precisamente despejado, visto de lejos y de cerca, con el tiempo. Sus amigos no entendían a qué se debía su decidida vocación por lo que denominaban, no sin cierta pelusilla, dada su educación progresista, nuevas tendencias, “la feliz independencia”. Ser demasiado exigente no es beneficioso para la salud, le decían, suponiendo, lo que no deja de ser una suposición, que su amigo fuera demasiado exigente y suponiendo cuáles eran sus deseos, en el caso de que éstos existiesen, grabados a cámara lenta en su cabeza, como así quedó grabado en la de un turista japonés, que lo confundió con otro personaje, algo más atractivo. No hizo nada ni conquistó nada ni luchó por nada ni fue a buscar nada, en parte alguna. Jamás. Y hubiese seguido así, sin mover un dedo, obteniendo idénticos resultados, dado el índice de probabilidades vitales en aquellos países para los señores de sus características, con la mente como un folio en blanco, sentado en una terraza, mirando al mar.
Mirando al mar, que no hay que cargar con metáforas u otros añadidos, es el mar o la mar y viene una coma detrás, lo tomas o lo dejas, se acercó Doña Liberta con sus gafas de sol, en un acto reflejo, pues sólo quedaba un asiento disponible. Nada más aposentar sus posaderas y saludar a Don Liberto, se quedó en blanco, como el blanco de las paredes de las casitas terreras, como el blanco de su coche blanco metalizado. Habla poco, no es listo ni corto, ni guapo ni feo y tiene otra profesión. Él pensó lo mismo, por mimetismo, aunque se dijo a sí mismo, dada su educación progresista, creación últimas tendencias: no es del oficio y gana menos que yo. Se casaron. Feliz y cómodamente. A partir de este hecho, con intereses ocultos y perversos, puesto que no existen, transcurrieron dos años de armonía hogareña, aunque la admiración de él se dirigiese, siempre y sin excepción, hacia los señores con poder que salían en la televisión de aquellos países.
A Doña Liberta, con una formación sentimental de clase media-alta con tendencia al vértigo fuera de su hábitat y educada en el libre albedrío, el respeto a los demás ciudadanos y la libertad de expresión y elección de lo que muchos llaman “la persona humana”, le parecía natural la...llamémosla transacción. Se dijo a sí misma, en un ataque de cordura que duró el tiempo justo para no perderla, como le pasó en cierta ocasión a Abundio, paseando con Gerundio y añadió, para su porte y su corte de pelo, estilo egregio principios de siglo, varonil, extremadamente corto y con tres rabos o extensiones postizas, dos en la frente, rubio platino y una en la nuca, como la cola de un mapache gordo y fofo, frente al espejo de dibujos animados: lo que ha de ser, será.
Un buen día, como cualquier otro, pues todos los días son buenos por razones de cordialidad ciudadana, un canal deportivo, dado el éxito de los partidos de fútbol masculino y la competencia salvaje con otras cadenas televisivas, llegó a un acuerdo con varios peces gordos para que los jugadores de los dos equipos más importantes de aquellos países salieran a jugar al campo desnudos, y sacar una buena tajada todos los participantes en el suculento negocio: dueños empresariales, accionistas, presidentes de clubs deportivos y futbolistas. El partido se retransmitiría a las nueve de la noche del lunes siguiente posterior a la firma del acuerdo. En dos semanas todo estaba listo.
A las nueve y cinco de la noche del gran día, Don Liberto se encontraba en la cocina revisando el congelador, conectado al portátil, al mp3 y al móvil escarlata y Doña Liberta, después de jugar a la PlayStation durante horas, terminaba en internet la lectura de dos capítulos de una novela de Doña Natalia de la Riva, que ya era Doña, puesto que estaba licenciada. La novela es mediocre y gris o gris y mediocre, y la chica, ¡ qué quieres que te diga...! No entiendo cómo dicen que es tan mona, la verdad... La encuentro corriente del todo, tirando a corrientucha. Aunque, curiosamente, hay párrafos aprovechables. Voy pitando, echando niebla, a copiarlos, cortarlos y pegarlos en el ordenador para tu próximo artículo de pensamiento crítico, independiente. ¡Qué degradación...! ¡ Qué falta de educación...! ¡No hay ningún respeto por el oficio más antiguo...! Le comentaba a su esposo, que jamás escuchaba historia alguna que no fuese la suya, única, irrepetible, analizando la situación cultural de los países, a su manera, libre como el viento que sopla en las planicies, ignorando el partido.
Al darse la vuelta, Don Liberto encontró en la televisión a todos los jugadores
desnudos, saltando de un lado a otro, dando patadas a un balón que quedó relegado a un segundo plano hasta desaparecer por completo de la historia por alguno de sus cuatro márgenes. Se sentó en el sofá castaña marrón glasé, con los ojos desencajados como los de un búho enfermo de malaria que acaba de descubrir que además de las tapas de dos libros de dos hombres muertos y el olor de la cubierta de dos libros de dos hombres muertos, jamás su contenido porque no es suyo, lo que le gusta son los hombres, vestidos o desnudos, jueguen vivos o muertos, lleguen contentos y alegres o aparezcan fiambres. ¿Qué me está pasando...? Se preguntó, en su primer ataque de madura lucidez que duró el tiempo justo para no quedarse instalada en su oratoria. ¿Cómo es posible que admire a los de mi sexo, los cite, mencione, recomiende, seleccione, enchufe, solicite su consejo, comparta mi intimidad entera, gustos, conversaciones, juegos, diversiones, intereses con ellos, y viva con esta mujer, sin notar síntomas extraños...? Con esta extravagante y rara duda, que asaltó a más de uno aquella noche de desfachatez lujuriosa o lujuria desfasada, quedó pegado al batín, como la nata de la leche en un cazo, como una punta a un imán, como el ácaro que acaba de devorar con avidez las únicas células humanas que encontró en un cojín. Y volvió a quedarse en blanco. Como la clara de un huevo frito en el centro de un plato cuadrado: el habitáculo.


Contempló su sexo como un psicópata asesino que acaba de estrenarse en el papel protagonista, uniendo los huesos rotos de un cráneo en un cementerio cinematográfico cargado de efectos especiales, comparando su pene con el de los futbolistas para ver si estaba a la altura del equipo, si le sobraba o faltaba algo, midiéndoselo, primero, con una regla de plástico y después con un metro que encontró en la galería del jardín, el largo, el ancho y el perímetro, fundamental, aunque tuvo que recurrir al catalejo para observar los detalles esenciales de los que él veía como esculturales jugadores, siendo la televisión de pantalla plana, gigantesca, con la mayor cantidad de pulgadas que se encuentran en el mercado actual.
Y en estado de análisis megalítico, creativo, intelectual, casi metafísico, permaneció hasta las doce de la noche, tal y como relató su esposa, indiferente el todo e indiferente también al resto de los acontecimientos que llegarían de inmediato, dispuestos en cadena. El índice de telespectadores se disparó hasta alcanzar unos índices insospechados, sin parangón posible desde los últimos años del siglo veinte, según la opinión de los ancianos entrevistados. Al día siguiente, Doña Liberta, junto a otras muchas mujeres de aquellas generaciones insólitas, hacía cola en el bufete de abogados para solicitar el divorcio. El final es conocido. Al menos, en apariencia.
Él se entregó a la novela rosa o tabernaria, género que hacía estragos entre algunas ilustradas, formadas en las universidades de aquellos países y en las salas de espera del dentista, después de releer su último libro “El tic de la cajera aprendiz”, un sesudo y exhaustivo estudio sobre lo que suponía la pasión de las cajeras explotadas por los señores que llevan el carrito por los pasillos de los hipermercados. Sabía que aparecería en su escena o teatrillo de cartón piedra el adonis hercúleo, el esclavo real, no contaminado, aquel que le admirase con total entrega, abnegación. O su amada menina velazqueña. Estaba seguro de que sucedería en el momento más insospechado, paseando por el malecón o en la cena de Cotufo, en los postres, preguntando por el servicio, al fondo del pasillo a mano izquierda o viendo su fotografía, ¡horror, bosquimanos, huyamos...! en aquel edificio, con la mano derecha apoyada en la sien, gritando silenciosa, cívica y educadamente a los ciudadanos, trabajadores o siervos de la gleba: yo soy el gallito Perico, íntimo de un señor que se llama Pera y de un tal Pericot. A lo que un ciudadano, que pasaba causalmente por allí, tardando en atravesar el ancho de la fotografía unos veinte minutos, a salto de avestruz, respondió, cantando, mirando hacia el cielo, -escuchemos la voz del barítono-: yo soy Pepo, el cocinero, tengo hijas a granel. Tengo a Mara, tengo a Berta y también tengo a Raquel. Y por si esto fuera poco, a la pequeña Cacahuet.
Si pasó o no lo que sabía sucedería, lo ignoramos. Al parecer se enamoró, loca, apasionadamente, de una bellísima nonagenaria, ciega y sordomuda, que se hacía pasar por cadáver exquisito y lo escuchaba sin pestañear, durante las veinticuatro horas del día, dando un giro radical a su única convicción. Al menos, en apariencia. Doña Liberta, por su parte, indiferente, se largó de vacaciones, todo el año sin horario, con la pasta gansa en el bolsillo, viviendo holgadamente de las rentas, para mirar el mar o la mar, sentada en una terraza, con la mente en blanco. Hasta que conoció a su octava maravilla.
Casos simples. Como ven. Casos cerrados. Eso era lo que repetía Doña Diógenes, psiquiatra de todos Los Libertos, siguiendo fielmente la tradición. Y diciendo esto, en el barril metida, dio un carpetazo. Pero una inesperada voz, que irrumpió de pronto, ronca, profunda, terrorífica, salida de las tuberías de aquel inmenso despacho o ¡quién sabe...! de las lámparas del portalón, estilo Luisa Fernanda, vecina del Cuarto Imperio, concluyó, sentenciando: al menos, en apariencia.

sábado, 11 de agosto de 2007

NOS LARGAMOS A HOLANDA

Hasta Septiembre.

AL PIE DE LA LETRA. TERCERA ENTREGA.

El espíritu público no puede venir más que de un sentimiento social o sentido del consorcio con el género humano. Ahora bien, no hay nadie tan alejado de ser socio en este sentido o partícipe de la afección común, como esos que apenas si reconocen ( tener) un igual y que no se se tienen a sí mismos como sujetos de ley alguna de asociación o de comunidad. Siendo así que la moralidad y el buen gobierno van juntos. No hay verdadero amor a la virtud, sin el conocimiento del bien público; y donde hay poder absoluto, no hay ( bien) público. Quienes viven bajo la tiranía y aprendieron a admirar ese poder como sagrado y divino, están pervertidos tanto en su religión como en su moral ( o política). El bien público, según la estimación de los mismos, es medida o norma de gobierno en el Universo tan poco como lo es en el Estado. Tienen muy poca noción de lo que es bueno o justo; no otra sino la que determinan la mera voluntad y el mero poder. Creen que la omnipotencia dejaría de serlo si no tuviera libertad para eximir de las leyes de la equidad y para cambiar a su gusto la pauta de la rectitud moral. Mas, no obstante los prejuicios y corrupciones de este género, es obvio que algo queda aún de un principio público, incluso donde más pervertido y hundido esté. La peor de las magistraturas, la de calaña meramente despótica, puede presentar suficientes ejemplos de celo y afección por el mismo. Donde no se conoce otra forma de gobierno, pocas veces deja de recibir ( la tiranía ) esa fidelidad y obediencia que se presta y es debida a una mejor forma de gobierno. Los países orientales y muchas naciones bárbaras fueron, y son aún, ejemplo de esto.

AL PIE DE LA LETRA. SEGUNDA ENTREGA.

"Humanidades se llaman esas disciplinas, hágannos, pues, humanos. Juan Luis Vives, De disciplinis, parte II, cap.1. " " Voy encantado en esta jaula por envidia y fraude de malos encantadores. CERVANTES. EL QUIJOTE. I, cap. 47. " Nace Anthony Ashley en Exeter House, Londrres, en casa de su abuelo, primer conde de Shaftesbury, hombre entonces ya de cincuenta años, uno de los políticos más importantes de su tiempo: cofundador del partido whig ( popular, parlamentario consecuente, antiabsolutista en todos los frentes). Es el primero de tres hermanos ( Antonio, Juan y Mauricio) y de cuatro hermanas( Francisca, Isabel, Dorotea y Gertrudis). Hermanos por los que se preocupará, asidua y liberalmente, toda su vida.

jueves, 9 de agosto de 2007

AL PIE DE LA LETRA

Es criterio sano el someter todas las opiniones, incluso las propias y las consideradas sagradas, a toda clase de tratamientos, incluido ell de tomarlas a broma. Sorpresa de algunos ante el tratamiento jovial de temas serios. Ciertos zelotes emplean la chacota tratando asuntos graves de los otros, pero no tratando de sus propias opiniones. En los hombres se instalan opiniones idolátricas y monstruosas por no atreverse a considerarlas a la luz de todos los recursos de la razón. La chanza, recurso natural de la razón. Se ha generalizado en estos tiempos el espíritu zumbón. Chanza defensiva, para graduar la verdad. No es de sí como un tratar las cosas con misterio. Chanza como huida de la verdad. El lenguaje equívoco de los sabios. Torpeza de hablar por igual para todos. La libertad de chanza pondrá en su sitio las diversas clases de chanza, igual que la libertad de comercio pone en su sitio a los precios. Enmendatio ingenii, o el declive de los juegos de palabras como solución de problemas. Afinamiento mutuo de los ingenios. Sin la práctica del humor no cabe entender su teoría. El inquisidor que se pone a imitar el humor hace el ridículo: es el verdugo payaso. La chanza debe ser verdadera: libre y general, respetuosa y delicada. Sobre la conversación. Cuando la razón juega de su propio interés. Condiciones para que resulte agradable la conversación. La alternancia en el coloquio; libertad de intervención. Deformación de los espíritus libres y naturales al ser encerrados en espacio angosto. Los pueblos latinos.

martes, 24 de julio de 2007

INFORME: LA MUJER EN ESPAÑA.

INFORME: LA MUJER EN ESPAÑA.

¿QUÉ SIGNIFICA ESO DE “ FÉMINAS ”, QUIÉN TUVO LA OCURRENCIA Y CUÁNDO SE PUSO DE MODA EN ESPAÑA ? ¿ QUÉ SIGNIFICA : “ LA PRESENCIA DE FÉMINAS EN EL ÁMBITO DE LA POESÍA Y EL ENSAYO ” ?

Dedico este artículo, a Manuel Rivas, con el que me reí escuchando, “sin estar de caspa caída”, a una tal “Carmiña, la fulana”.

Reconozco que la intención de la serie de estos reportajes sobre la situación profesional de la mujer en España es buena e intenta transmitirnos algo. En este artículo que empiezo y no sé cómo acabaré, no voy a explayarme en demasía en otros aspectos delatores, pues tenemos las carnes prietas, el corazón sano, y nos están esperando. Así que voy a centrarme, exclusivamente, en el uso de la palabra fémina, por llamarla de algún modo, y ámbito, porque ya no sabemos si clama al cielo, al infierno, o no tiene solución, el problema, -que ha pasado del color grisáceo, por no hablar de las erratas, que padecemos todos, al negro como un tizón-, del uso de la lengua castellana con cierta dignidad. Desde aquí llamo la atención, para que, por favor, si son tan amables y tienen la bondad, nos lo expliquen, porque algunos queremos mejorar y no nos dejan. Contra más lo intentas, más te embrollas. Creíamos que habíamos visto bastante con la utilización de contra más, si habrías ido te habrías enterado, y tema, cuando no se sabe de lo que se está hablando, habíamos pasado la gripe y depresión profunda con el uso de expresiones aberrantes como pienso de que es superfuerte, es como rosa, a nivel de pareja, a nivel de cualificación, a nivel de aquí, allá y acullá y al nivel del agua, nivelándonos de tal modo que echaron el nivel para reconocer si existía o no horizontalidad, cuando un día, estando relajados y a punto de hacer las maletas, nos encontramos con el uso de la palabra fémina, que no sabemos quién empezó a poner en circulación, y ámbito, por motivos diferentes. Paso a detallar, a continuación, desde el asombro, y sin tomar un lexatin para los nervios, las razones de la enfermedad ojiplática, sin entrar, repito, en lo que la mayoría de los intelectuales llaman pedanterías lingüísticas, primero con la palabra fémina, para llegar con ganas a saborear el segundo plato del ámbito en sus ricas salsas, que nos deja con malaje hasta los postres. Y esperen, vayan preparándose, damas y caballeros, porque los postres se están preparando por especialistas en confetis. Con tanto trasiego de bandejas con palabras-ruina, ya no sabemos si estamos gordos o flacos, llenos o vacíos, morenos o blancos, altos o enanos. Y como no hay paisaje ni postal ni foto ni libro ni nada donde comparar ni con lo que comparar el fenómeno estilístico, acudimos a mil diccionarios, que ya decía uno, con los ojos, siendo ciego, lo que muchos no entienden con las manos. Y decía y escribió cien mil veces que la lengua era la base de toda basamenta escritoril, además del gusto y del gustirrinín. Los de provincias, que somos cautos y leemos los periódicos con revista incorporada, solemos coger al tomo por los lomos. Buscando y rebuscando no encontramos fémina en el diccionario, en ningún diccionario, pero sí encontramos lo que paso a escribir, para analizar el asunto peliagudo de la lengua castellana con los ojos bien abiertos y despiertos. Atentos. Aviso a navegantes: quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
Hasta hace poco tiempo. Ahora sucede, con demasiada frecuencia, el fenómeno, sin paliativos, siguiente: quien a un árbol se arrima, sin calificativos populares, mejor que eche a correr echando niebla, no vaya a ser que se le venga encima la niebla y le caiga el árbol en la cabeza, si la lleva puesta...
Antes de continuar, nota: si la Real Academia Española, con todos mis respetos, ha incorporado fémina, por exceso de blandenguería, entre otras palabras o palabros, como me pasó con el uso del adjetivo calificativo álgido, con el que me despisté durante una temporada, y no nos hemos enterado en la biblioteca de casa, tengan la condescendencia y el sentido del humor suficiente para hacérnoslo saber, y corregir el error a la mayor brevedad posible. Favor que esperamos merecer y recibir con humildad y la cabeza y orejas gachas, y les agradeceríamos profundamente. Al menos, la que escribe. Vayamos al grano. Encontramos en el diccionario: fembra, (del latín femĭna) f. ant. hembra. Esta es la única palabra que se acerca algo a la actual fémina, en cuyo caso no debería llevar tilde, y lo más adecuado, siguiendo el latín, es que se dijera fembra, y de este modo volveríamos a recuperar la desaparecida f inicial, con faciendo, facendera, facer, fizo o desfizo. Sin embargo, sí encontramos másculo, (del latín mascŭlus) adj. ant. masculino. Siguiendo con lealtad al diccionario de la Real Academia, deberíamos decir: las fembras y los másculos, con tilde, pues sin ella y con errata o por despiste, alguien con mal oído o problemas de visión podría entender, más culos o con más culo. Por la misma razón que hoy, la mayoría, por mimetismo, escribe y dice fémina, que no existe, debería decir y escribir másculo, refiriéndose a los hombres. En definitiva, un mal chiste sin sentido, que suena, además, despectivo, referido a las mujeres, especialmente en la pluma y boca de algunos hombres y mujeres, el colmo de todos los colmos. Pero he ahí, amigos míos, que después del invento, a la última moda, nos encontramos con ámbito, utilizándose el vocablo, como en el caso de tema, como comodín, cuando se ignora el asunto del que se trata o se pretende tratar. Todo ello, a la orden del día, en la prensa, radio y televisión, la literatura y no sigo, sin que nadie haga nada ni diga nada ni tome medidas al respecto. Aunque el patetismo va más allá. No tiene fin. Y el humor negro. En la Corte de los Milagros faltan párrafos por escribir, contar y padecer. Definición de ámbito: ( del lat. ambĭtus, de ambĭre, rodear.) m. Contorno o perímetro de un espacio o lugar. Espacio comprendido dentro de límites determinados. Para referirse al porcentaje de mujeres que escriben poesía, un 15%, según las supuestas estadísticas, la periodista utiliza la palabra ámbito, que en el texto y el contexto, no pega ni con cola. La poesía no es un género literario aunque participe de todos los géneros, y el ensayo, sí es un género literario. Utilizar la palabra ámbito refiriéndose a las mujeres que escriben poesía en España, en ese reportaje publicado hace unas semanas por no recuerdo qué revista, es erróneo, ambiguo y ridículo. Así, el titular nos quedaría, siendo sensatos: EL PORCENTAJE DE FEMBRAS QUE SE ENCUENTRAN EN EL PERÍMETRO O ESPACIO COMPRENDIDO DENTRO DE LÍMITES DETERMINADOS DE LA POESÍA Y EL ENSAYO, REPRESENTA UN 15% EN ESPAÑA. Un titular glorioso que cambiaría por completo el estilo periodístico actual. Participen, queridos amigos, anímense, que hay premio en este juego: el premio de la risa y el de la sonrisa. Todo esto, en lo que respecta al continente. Pasando al contenido, la moraleja es sencilla: cada cual que apechugue con lo que toca, que se esfuerce, trabaje y lea mucho. Y si es inteligente, culta, educada o lo intenta, y agradece la generosidad de los que se toman las molestias, mejor que mejor. Muchos besos. Ángeles Basanta.

viernes, 6 de julio de 2007

SUCESOS EN ROBANIA

SUCESOS EN ROBANIA
A la memoria de Margaret Dumont.

En la Corte de los Milagros faltan párrafos por escribir. Existen circunstancias de difícil catalogación y traducción que tal vez el portero de la casa de sus padres pueda resolver. El portero, un parásito social de la penúltima glaciación proletaria, que cobra un sueldo de alto ejecutivo por estar sentado a la solana, con vivienda de lujo gratuita, - sin exagerar un ápice-, quizás sea el genio que alguno ande buscando todavía, un personaje similar al de milana, bonita, sin inocencia y santidad, y tenga una obra ingente escondida entre su mugre y las calderas. Junto al portero, varios desocupados que vigilan, como el filósofo del barril, sin filosofía, y un señor que mide dos metros, negro cetrino, que compraba los coches en Madrid para salir camuflado con las churris, uno de los personajes más divertidos, del Ayuntamiento de Santa Casporthia y Casthorina, es un anciano de treinta años, con mucho futuro levantando bulos y haciendo de chico de los recados, al que hay que dejar que se exprese con soltura en los papeles, pues podría ser, entre tanto parásito, peligroso como parásito. Hasta la Rosa de Jericó, acostumbrada a las planicies y desiertos, escapó volando convertida en pelusa renunciando a la nacionalidad robaniesa para instalarse en la nacionalidad agropecuaria. He aquí el quid: la conciencia sobre nuestros actos y su intencionalidad. Aunque el quid de todas las cuestiones es éste: una cosa es el gusto y la opinión, en el caso de que se tenga o llegue a tener con el tiempo, que la mayoría, nones, y otra bien diferente el juicio y pensamiento serios, evitando prejuicios, al margen del gusto y la opinión, que nones también, pues requiere un gran esfuerzo, además de una cultura sólida y otras aptitudes. La calidad no tiene que ver con el gusto particular, necesariamente. Resolver el enigma es un imposible categórico en Robania, país fronterizo con Freedonia, con el que no tiene nada que ver, en democracia y estrategia militar, siempre a la cola de todos los proverbios. Supondría la convivencia entre el criterio independiente, que nadie tiene, ejerce, ni se toma las molestias, y eso que llaman crítica, que no leen desde hace tiempo, pues la última vez que lo intentaron sintieron algo parecido a lo que siente una inglesa que sale a hacer las compras con una mosquitera o un gorro de apicultora en la cabeza.
Hay quien se engaña y dice: no veo pero voy a hacer que veo, para no asustar a la clientela, hay quien no ve nada y va con un bastón, y existen aquellos que, viendo poco y con lupa, dicen que ven más de la cuenta. Por la misma razón, algunos comentan que han vivido y presenciado fenómenos extraños, visiones inauditas, hechos fantásticos. A ellos, según cuentan, eso de la STASI les sonaba a una película, o algo así. De ser cierto, eligieron a un chiste gore como sheriff del condado, junto al club subvencionado de los chuscos, que copian que da gloria, y miran, por mirar, hacia otros lados. Ahí están, junto a un catedrático de Pilototía, con p, que debió sacar la ocurrencia pagando la mordida en esa época donde se colocó hasta el más inepto, sin pegar un sello, en cargos que pasman en los países nórdicos. Los abuelos de robanieses, incluidos los de veinte, que también roban mucho y se atreven si se dejan, se vienen caracterizando por su osadía respecto a la valoración de sus bondades y facultades, al igual que los hombretones con taras físicas y psíquicas, lo vienen analizando concienzudamente, se caracterizan por su ambición desmedida, a consta de quien sea, como sea, y con los medios corruptos oportunos al uso, desde mucho antes de las obras completas del escritor provinciano Mr. Armand Palace, que explicando los carismas y matices, lo bordaba.

En cierta ocasión, dando una conferencia un narrador con el letrero: seremos lo que parecemos, referido al gremio de creadores sin sotana, de los que dicen: buenas tardes, a todos y todas, pasó el chiste gore, con ese nervio de perdiz macho alterado, y las ganas feroces con las que les dan calabacines. Si los historiadores, psiquiatras y antropólogos investigasen las causas, situaciones y circunstancias de buena parte de la Historia, y de la Historia de la Literatura, en particular, se quedarían sin trabajo. Desde que aconsejaron a los pirados no creativos que fuesen desinhibidos por las calles, para superar sus complejos y trabajar más desahogados, ya que en ciertos países no se ha llegado al estado de excentricidad que sería deseable, como sucede en Freedonia, modelo ideal a seguir, muchos están bloqueados en la fase oral y anal del aprendizaje. Dicen los expertos que el insulto, después del piropo y la proposición de matrimonio, en varias direcciones, antes y después, es un síntoma de salud democrática, un buen augurio que sitúa a las que lo experimentan en un lugar algo más sugerente, a muchos palmos de la chusma, excluidas, y a varios palmos del cielo, desde donde las observan amorosamente, invitados y humoristas de cine favoritos. Si existen ellas: ¿cómo no van a existir los ángeles y los milagros...? Como el limbo se ha suprimido, las posibilidades de refugio cuando cae el chaparrón se limitan al chubasqueiro, a ponte a camisinha, y la guarida. Eso sí, gracias al título honorífico de Reinas de las Fiestas, a pesar de la burricie, han viajado y conocido a varios extranjeros maravillosos. Sus virtudes serán sus defectos. Hasta Patroclo murió, y las tenía abundantes.
Amados Patroclos, femeninos, masculinos y neutros: el día menos pensado, lo verán sus pertinentes, encuentran a los de la STASI opinando con los que meten susto, o en su casa, en el salón, entre sus libros, poniéndose las botas en sus cocinas, y robándoles sus cuentas bancarias. Y el Señor Voland, riéndose a carcajadas en los abismos. Al acabar el programa, que alguno llamó cultural, pues de algún modo hay que llamar a lo que no tiene nombre ni perdón, dirían los genios bellezones: “espera, machete, que voy a mandarles un mensaje, para que se enteren de lo que vale un peine...” Ver cómo se envalentona lo más ruin, la bazofia y basura de la society, les ha dado gran ilusión y entereza. Después de caer tan bajo y tocar los bajos fondos, sólo les queda construir la nueva Alemania. Perdón, quería decir Robania.
Consideran los expertos del patrimonio artístico nacional, que Robania, después de Liguria, es el segundo país del mundo mundialmente conocido, con más operaciones de cirugía estética. La cirugía cerebral y la cirugía ética se irán incorporando, pensamos con radical optimismo, gracias a unos caballeros andantes con caras de queso de Torta del Casar, exquisitos, al que nos entran ganas de dar un mordisco en los carrillos, ñam, ñam. Si así meten miedo de echar a correr y perderse por los apriscos y los riscos, preferimos no imaginar cómo serían antes del despegue. O siempre se operan los mismos, o el fenómeno no hay quien lo asimile. Divinos de la muerte, unidos, jamás serán vencidos.
Aquí tenemos, jóvenes camaradas, queridos compatriotas, le indica una guía a un miope apuntando a la vitrina de la exposición colectiva, a las alegres comadres del mañana- tras el cristal se encuentran los descendientes y herederos de aquellos personajes pintados por un señor que se apellidaba Solana-; los que hablan de igualdad y feminismo-, en la segunda vitrina, mostrando la cabeza jibarizada que cedió una india graciosa, amablemente, en la última conferencia anual sobre derechos humanos. Señoras y señores, en la última vitrina, encontramos a los que dicen conocer a fondo a una señora que se llamaba María Zambrano, y terminó sus días declarando, -su reino no era de este mundo-, que no tenía interlocutores válidos. Ahí están, sacándose los ojos con un sacacorchos. Querida Margaret Dumont, están llamando a la puerta.

LA HUELLA DEL SECRETO9

-El Camino de Santiago-

La huella del secreto


“El arte parece ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia”. Esta reflexión de María Zambrano bien podría orientarnos en el significado profundo de lo que fue y sigue siendo La Ruta Jacobea. En su sentido primigenio el Camino tenía un significado trascendente de búsqueda y conocimiento, además de un sentido religioso. Pero después de tantos siglos, nos preguntamos: ¿ qué busca el peregrino hoy? Volviendo a María Zambrano deberíamos decir que esa seducción, intrínseca al Camino, necesaria en la vida, disfrazada bajo la máscara de estéticas, orígenes y culturas diferentes, es la búsqueda de una experiencia vital que imaginamos, intuimos diferente. El sentido trascendente del Camino, de hacer cualquier camino, del hecho de tomar una decisión, cualquier decisión, no se ha perdido, aunque a veces se manifieste de un modo que para algunos pueda resultar frívolo, porque la necesidad, el deseo, es una necesidad y un deseo colectivo, que va más allá de la experiencia individual, y ésta, la experiencia individual, consciente o no de ello, ha herededado, a través de la memoria de sus antepasados una brizna de conciencia, una inquietud, que ahora definimos de otro modo.
Tendríamos que decir, siguiendo la reflexión, que hacer el Camino es una experiencia poética, pues aseguramos que al comienzo el peregrino que abre la puerta primera, es uno, y al finalizar el viaje, el peregrino se ha transformado en otro ser que a su vez transmitirá la herencia al resto de los futuros peregrinos. Existen las modas que se imponen cada cierto tiempo, y existen ciertos modelos que se ponen de moda y sirven como ejemplo. Se filtran, en el maremagno de manipulaciones y eventos interculturales, como experiencias auténticas, y por lo tanto, reales. Hablamos de realidad subjetiva, es cierto, pero también hablamos de la realidad objetiva que educa y nos enseña a ser más civilizados: la belleza de un paisaje, el trato con las gentes de los pueblecitos que vamos encontrando a nuestro paso, su generosidad y hospitalidad. Y todo ello tiene además otro sentido que es esencial: en esta zona geográfica, León y provincia, el viajero habita un espacio de transición física y de conciencia.
Como algunos sabios ya han escrito sobre la Historia del Camino de Santiago, las iglesias y ermitas del Camino, su gastronomía y paisaje, he pensado que esta era una buena ocasión para desvelar el secreto, considerando lo que entiendo de interés para su divulgación, y que he contrastado en algunos archivos, llegando a concebir la idea de que ese secreto transmitido tiene mucho más que leyenda, y que la leyenda se funde en él. La descripción que aparece en el libro “ Narraciones y Leyendas del Camino de Santiago”, escrito en el año 1.611 por un autor anónimo, en el título II, Capítulo IV: “De lo que le aconteció al viajero antes de llegar a Foncebadón” coincide con toda exactitud con la realizada por el viajero francés, también desconocido, en su libro:“Apuntes sobre un paisaje leonés”, del que ignoramos la fecha, por su deterioro, abandonado al capricho de su suerte en el tiempo, coincidente a su vez con la descripción realizada por la persona que me transmitió el secreto en Villafranca.
Antes de transcribir del librito que tengo en mis manos el párrafo que nos interesa, debo aclarar al lector atento, para su confianza, que ciertos secretos nos son transmitidos por razones que sólo pueden llegar a comprenderse habitando los territorios de transición donde la lógica natural da paso a la particular lógica de la simpatía y el azar, y que es ella la que guía las conductas en algunas personas que hasta ahora aparecían ante nosotros con la boca sellada.
Si esta razón no es suficiente, mi consejo es que se abandone la lectura del siguiente párrafo:
“ Quedándome un corto tramo para llegar a Foncebadón, me senté en una piedra, junto a la Cruz de Ferro, a descansar mis doloridas piernas, entrándome un profundo sopor a causa del sueño y el agotamiento, cuando de pronto sentí en el hombro derecho el roce de una mano, y al volver la cabeza tuve tal escalofrío que aún tiemblo al recordarlo. Ante mí se encontraba otro peregrino, de regreso, según dijo, pero aquel peregrino que se acercó a hablarme era yo, o mejor, era otro peregrino con mi mismo rostro, cuerpo y manos: “ soy tu yo de regreso, soy tú en el mañana, y me siento feliz pues me has encontrado, antes de proseguir, anticipándote, y ello quiere decir que tu peregrinaje tiene un sentido y llegarás a buen fin”. Una paz, bondad infinita invadió mi espíritu; un estado de gracia tal que no he vuelto a sentir nunca nada parecido. Después de pronunciar el peregrino aquellas palabras se sentó a mi lado, guardando un largo silencio sólo interumpido, de forma apenas perceptible, por el canto de un minúsculo pajarillo blanco. Desapareció, para siempre, el peregrino, y no volví a verle, hasta hoy, día en el que leerás este breve relato”. Ángeles Basanta. Ayuntamiento de León.

PAISAJES DE LA MEMORIA

PAISAJES DE LA MEMORIA

Música: Cuadros para una exposición.


Existen paisajes que, pasado el tiempo, continúan, únicos, manteniendo en nuestra retina su impresión, adormecidos en su sueño atemporal o mimados por la mirada primera del tiempo en que los descubrimos. Son los paisajes de la memoria, rincones escondidos a los que regresamos, una y otra vez, salpicados de luz; la luz primera, el descubrimiento primero, la imagen imperecedera.
Los paisajes pueden cambiar pero siempre son los mismos, los que no somos los mismos somos los viajeros, que vagamos por los caminos y las estrechas carreteras que aprendimos a querer en nuestra infancia y adolescencia, transitando los pueblecitos de la provincia leonesa, aún sin descubrir. Y existe un imaginario colectivo, inventado y reinventado por el viajero de todo tiempo y lugar, desde hace siglos hasta nuestros días, que nos habla de una zona de transición, física y de conciencia, similar a esos espacios marginales donde la imaginación se ensancha y esponja salpicada de minúsculas florecillas o mirando hacia un cielo muy azul, nítido, transparente casi, en el que se unen las nubecillas con el humo de las chimeneas de las casas en invierno. Son los paisajes de la memoria, rincones recónditos a los que regresamos, a los que debemos volver, siempre con la mirada primera, la impresión primera, que perdurará, dejando su huella, en nuestras biografías.
En este lugar de León donde todo es posible, y bien lo sabe el viajero que ha llegado hasta aquí, la magia y la realidad se mezclan en una dimensión única conformando espacios pictóricos de extraña belleza, murales de exóticas simetrías, inmensos tapices recuperados por la mirada de la memoria primera de un fauno, de un peregrino, un eremita fervoroso.
Así, en esta pintura anónima, los tiempos se cruzan, se mezclan, sorprendiéndonos: en un primer plano, santos devotos, figuras minúsculas de formas sinuosas, mitológicas, hombres iluminados, animales salvajes, seres endemoniados, reales e imaginarios, y, casi imperceptibles, destellos de luz que salpican una obra sugerente que da paso a una época, y con ella a la Historia, la leyenda y la magia, llevando, al observador atento, a preguntarse cuáles fueron los orígenes, los motivos, las razones de esa visión fabulosa y realísima. Porque esta obra de aquel eremita genial, del que aún hoy los habitantes más ancianos del Valle Do Seo comentan prodigios, es un cuadro y no es un cuadro; se trata de un documento de época que nos habla de los comienzos de un pueblo, de sus primeros habitantes, de cómo llegaron hasta estos parajes, sus creencias, sueños, sus esfuerzos de supervivencia y su lucha con la naturaleza indomable.
Y si en un primer plano encontramos la cabaña de madera, a los santos rezando, los seres mitológicos y los pequeños animales salvajes, en un segundo plano vemos un asentamiento, pequeñas aldeas dispersas entre gargantas estrechas y valles verdísimos, y pastores miniatura cazando ciervos y jabalíes, en zonas boscosas.
A lo lejos, las montañas conforman un conjunto paisajístico de gran belleza, y el río Do Seo con el rumor de sus aguas, baja despacio hasta llegar a la línea difuminada de un horizonte sin fin, pues detrás de esa línea hay más vida, y lo que existe cruzando la línea divisoria, lo soñamos. Son espacios inexplorados que crea y recrea el eremita, desde un lugar sin tiempo, atizando los rescoldos de la memoria de los hombres venideros para reavivar la llama de un pasado, guiñándonos el ojo en la distancia.
La búsqueda de la soledad llevó a estos raros hombres a lo largo de la Edad Media a recorrer con una voluntad férrea todos los caminos de la geografía peninsular protagonizando un movimiento de protesta que resulta difícil comprender para la mentalidad actual, dada la dureza y austeridad, la renuncia en la que conformaron sus vidas, sus sacrificios. Sin embargo, ese aislamiento, el estudio y la contemplación, hizo de algunos de aquellos hombres y mujeres sabios y visionarios, unos adelantados a su tiempo y al nuestro, tal vez, pues esa renuncia no era otra cosa que la manifestación de la búsqueda de una libertad en espacios vírgenes, aún no explotados por la mano voraz del hombre, huyendo de la raposería y soberbia del poder, al que se enfrentaron. Algunos de aquellos eremitas se convertirían en monjes, creando pequeñas comunidades monacales, tal y como narran las crónicas de la época.
El eremita, al igual que el resto de sus compañeros de aventura, fue muy pobre y renunció a poseer toda clase de riquezas; renunció al oro, tan deseado por sus buscadores, aunque sí los conoció, y a toda clase de aventureros y rapiñadores, que habían llegado hasta esta región del noroeste peninsular atraídos por las maravillas que se contaban de ella, la caza mayor o el ideal de una vida próspera que no habían encontrado en otras partes lejanas, apartados de la enfermedad y la peste que asolaba gran parte de Occidente. En aquel ambiente sano y limpio, contaban los viajeros, los niños crecían robustos, y las gentes tenían una vida feliz. Dispersos por toda Europa: Italia, Francia e Inglaterra, los expertos nos hablan del eremita, y éste, de una época. En el caso que nos ocupa se trata de un superviviente. Aunque algunos aseguran que todavía hoy existen esta clase de personas refugiadas, escondidas en las cuevas de las montañas del Bierzo, que bajan de tarde en tarde hasta las poblaciones cercanas, para contar historias prodigiosas a sus habitantes, en todos los molinos desperdigados por la zona, y, especialmente, cerca del Molino del Agüita.
Respetando su individualidad y su deseo de seguir viviendo como lo han hecho siempre, adaptados a una realidad a un tiempo propia y ajena, parados en un reloj antiguo sin agujas que nadie se ha encargado de reparar jamás, los lugareños no dudan en protegerlos con sumo celo si el viajero desea conocer e indagar abandonando los territorios de la fábula. Sucede así, que todo el que llega a estos parajes imaginarios lleva, de forma inequívoca, el sello de la solidaridad, heredada o aprendida e interiorizada, a través de sus predecesores, que les han inculcado el respeto y el amor por el saber, y la curiosidad necesaria para continuar sus investigaciones sobre el terreno, con rigor y humildad. Algunos habitantes de San Fiz Do Seo, los que quedan, aseguran que el autor de esta obra vive, y que lo han visto alguna vez, pintando, al llegar la primavera, junto a la orilla del río.
Si el artista vive, y el cuadro anónimo data de la Edad Media, según han asegurado expertos conservadores de pintura antigua: ¿dónde, - nos preguntamos-, comienza la ficción y dónde acaba la realidad....? Sólo con la mirada niña e ingenua del pintor eremita se pudieron trazar los rasgos de un paisaje fabuloso, ubicado en el Valle Do Seo, pasando Villafranca del Bierzo, entre caminos intrincados y estrechas carreteras que conducen a Barjas, aún hoy desconocidos para muchos, haciéndonos llegar su historia, del modo que sigue a continuación, pues la pintura acompaña al manuscrito:
“ Cuando leas este manuscrito, no estaré en tu mundo, aunque vivo y existo. Mi vida estará en otra vida, mi paz será otra paz. Verdad es que los hombres necesitan creer de los muertos para hablar de la Historia de sus muertos y de los vivos; y verdad también que la Historia de los vivos y los muertos se confunde, para alguien como yo, que ha vivido y visto tanto a lo largo de estos siglos. Si te cuento mi encuentro con uno de los muertos, creerás que narro una historia fantástica, pues la muerte llama y asusta, pero debes saber que los muertos habitan todo espacio, tiempo y lugar, y aparecen o desaparecen, según capricho del tiempo, en una cadena interminable que acabará cuando llegue el Gran Día. Lo encontré al llegar a la cueva que lleva su nombre, cerca de Santiago de Peñalba, en una noche tan fría que hasta los lobos hambrientos quedaron mudos y ciegos ocultándose en sus madrigueras. El cielo y las estrellas auguraban algo sobrenatural, maravilloso o terrible, en mi vida y en mi muerte. Tras largas horas de camino, extenuado, vi a lo lejos la llama de una pequeña hoguera. Salía de la cueva, y supe que aquel fuego me llamaba en su búsqueda. Continué el camino, temeroso y perplejo, sin saber lo que encontraría allí, y al llegar a la cueva, la hoguera, iluminando un círculo de tierra húmeda en medio de la noche, me invitó a descansar. Entré en la cueva, no había nadie, no había nada. Un silencio absoluto, tan sólo roto por los chasquidos de los leños, me dejó absorto en mis pensamientos. Quedándome adormecido, al cabo, volví a mirar, descubriendo junto a las llamas la pintura que me acompaña. Y con ella, pues doy fe de que lo que hay pintado existe, existió, es cierto, la memoria de los hombres que creímos en una vida mejor más allá de los confines de la tierra. El camino, que empezó siendo un calvario, lo subía y bajaba cada tarde, y entonces, cuando llegué, atravesando El Valle del Silencio, no había nadie que habitase estos inmensos parajes ”. Ángeles Basanta. Diario de León. 20 de febrero de 2005.

miércoles, 27 de junio de 2007

LA BESTIA

LA B E S T I A

Una vez reconocida, auscultada y analizada minuciosamente la bestia que reposa sobre la camilla del laboratorio, la especialista tiene dos opciones: decidirse a hablar sobre la bestia, sacar a la luz pública el descubrimiento del misterioso animal, con todo lujo de detalles, como viene siendo la exigencia, presentar el estudio al resto de sus compañeros investigadores, o esconder a la bestia, protegerla, cuidarla, dejarla tal y como está, a salvo en su existencia fabulosa, pues su estado después de las debidas atenciones es óptimo, y el proceso de involución, tras dar a conocer el descubrimiento, podría ser irreversible si no actúa con suma cautela. Una presencia delicada que ha sobrevivido gracias al mutismo, pues no dice una palabra, aunque emite extraños sonidos del todo incomprensibles al comienzo, con un código secreto que sólo la especialista-investigadora ha podido descifrar, aunque no sabe con certeza en qué momento se originó ese mutismo, ese silencio brutal, pues la bestia está capacitada para emitir sonidos, sus cuerdas vocales se encuentran en perfecto estado, y capacitada, por tanto, para la emisión de un lenguaje, por muy incomprensible, ininteligible, que pueda resultar a la mayoría de los humanos. No, piensa la especialista, no hablar, no decir nada será lo mejor, una vez hechos los análisis restantes, pues buscar adeptos aventajados, además, en esa particular línea de investigación, como ha venido sucediendo, no parece práctico. Porque recuerda... Y al recordar vuelve a pensar que no existen los especialistas aventajados, que eso, al menos, pretendieron hacerle creer, que siempre han sido una invención, y que si existen, de existir, será siempre en otra parte, otro lugar, y que ese lugar queda lejos, y que, de existir, como ella, siempre están investigando, contrastando, al otro lado.
Así que, piensa con prudencia, lo idóneo será que los resultados de la investigación no sean publicados y presentados hasta que no se envíen a los laboratorios extranjeros, si es que se decide a enviarlos, puesto que ellos evaluarán con objetividad el trabajo y su estudio exhaustivo, aunque tiene dudas al respecto, desde los orígenes de su descubrimiento, en aquella gélida mañana del 12 de enero de 2000, hasta la fecha actual, 13 de mayo de 2003, sabiendo con seguridad que a partir de este momento es improbable que nazca un animal de similares características, por imposibilidad científica. Como a la investigadora no le interesa acudir a los laboratorios aledaños ni a los del polígono industrial, ha decidido que el asunto de la bestia que tiene sobre la mesa del laboratorio no saldrá a la luz pública, aunque la presencia esté mirándole con sus inmensos ojos desde otros mundos ignotos, solicitando una respuesta a su existencia, plagada de interrogantes, increíble pero real, tal real que podría dejar la marca de una uña sobre esta hoja, besar esta hoja, tan cierta, que podría manchar esta hoja y el resto de las hojas con una sola lágrima de bestia, una lágrima de risa o una lágrima de tristeza.


Y esa mirada, sí, esa mirada extraña y profunda que solo se asemeja algo a la mirada humana en lo que ésta tiene de mamífera. Esa mirada que trasciende cualquier tipo de mirada analizada en otros animales que, sin tener nada en común con la hermosa bestia, poseían, sin duda, el común talento del mutismo. Pero es que, además, la presencia, para sobrevivir, algo que constató la especialista durante los primeros meses de su estudio, se hacía la idiota, y esa actitud, interiorizada, que podía haber causado su ruina y su muerte convirtiéndola en una hermosa bestia idiota, había cambiado paulatinamente, pues al principio, dada su desconfianza hacia la investigadora, el animal hacía cosas inauditas, como andar a cuatro patas, algo absolutamente inusual en una presencia monstruosa de estas características, por lo demás, indescriptibles, y hacía que no entendía ni sabía entender nada, y jugaba a ser otro animal que no era ella, como había hecho, con toda probabilidad, en innumerables ocasiones, pensaba la investigadora, pues la bestia necesitaba saber, sí, la bestia también necesitaba saber hasta dónde podía llegar su interlocutora, si merecería o no la pena dejarse analizar, auscultar, confiarse a la otra, o si tendría que volver a escapar como un animal escurridizo, aquel que fue encontrado en la fría mañana del día 10 de enero de 2000, en aquellas ruinas, entre los escombros de la demolición que siempre antecede a la que será la última demolición, en esa franja de tiempo siempre imaginario, en ese lapso en el que todo se paraliza y nada existe excepto la presencia y su descubridora: la luz única del animal prodigio, casi mitológico, y la luz irrepetible del animal perplejo.
Ahora la especialista le pregunta a la bestia sus dudas sobre la bestialidad en un monólogo sin respuestas. La bestia está dormida y la mente de la investigadora no reposa un instante desde que siente esa emoción desconocida. Si cede a la explicación científica, a la curiosidad de los otros, reflexiona, deberá recurrir a la metodología habitual, y será expuesta a preguntas de todo tipo. Tendrá que explicar ante los miembros del Comité Científico cómo es la maravillosa presencia, cuándo la descubrió, en qué circunstancias, el lugar, y de qué manera desplazó ella sola el inmenso volumen hasta el laboratorio. Después tendrá que mostrarles a la bestia, presentársela, actuar como si la bestia no supiera lo que existe en la mente de cada uno de los miembros del Comité, presentarla con total y absoluta naturalidad, si es que resisten la prueba sin que les entre el sonrojo, si es que en verdad son valientes, como ella, para comprender, vivir y aceptar la realidad de la bestia, si es que pueden mirar a los ojos inmensos del animal prodigio sin sentir vértigo, aniquilarse o sin sentirse tan pequeños, insignificantes como pulgas, presentar al animal, que entonces hablará, por cierto, porque ya habla :

- Buenos días, señores del Comité. Yo soy la bestia. Estoy encantada de estar aquí y encantada de conocerles, pues llevo mucho tiempo esperando este momento. Y esperemos que no se pasmen...




Porque entonces la bestia habrá aprendido a pronunciar estas palabras en el lenguaje formal de los científicos, y entonces el animal humorístico sabrá defender a la investigadora, y sabrá defender su causa, el derecho que la asiste, la trascendencia de su descubrimiento y de esa experiencia única, la trascendencia de haberse salvado, de estar a salvo, en su absoluta bestialidad:
- Buenos días, señores del Comité. Espero no importunarles con mi bestialidad. Como soy mayor de edad entiendo que no debe recaer toda la responsabilidad de mi existencia bestial sobre el ser que siempre me acompaña.
Pensar en los trámites obligados, desde el inicio hasta el fin, si es que existe realmente un principio, si es que en verdad existe un fin, pensar en las preguntas, las respuestas, en cuáles pueden ser los resultados, a pesar del humor de nuestra presencia, de que sabrá defenderse sola, de que para entonces su lenguaje estará adaptado al lenguaje formal del gremio... Y conocer, sí, porque las conoce, conocer las largas esperas de los otros, sus esperas, en las inmensas salas burocráticas, desde el inicio hasta el fin, si es que en verdad podemos hablar de un principio, si es que existe en verdad un final en los trámites de los trámites -, pensar en los requerimientos de los unos y los otros, en las aburridas, tediosas, largas charlas, conferencias, donde la bestia aparece ante un auditorio, educada y sonriente, pues la bestia tiene la capacidad de sonreír y de reír, y cuando lo hace, el universo todo ríe presentando su existencia... Pensar en la presencia bestial saludando al auditorio...Pensar, pensar...Desde el principio hasta el fin, si es que existe en verdad un principio, si es que en realidad existe un fin, si es que en verdad sucede que alguna vez terminan los trámites de los trámites, en este y en todos los casos....
Todo, todo le provoca tal pereza, le produce tal sopor, que se acuesta a dormir, profundamente, al lado de la bestia, que hace tiempo sucumbió al sueño, como es lógico en una bestia, y sucumbió también a la intriga humorística, al lenguaje, y al aburrimiento de su presentación y representación en escena, y ahora está durmiendo, plácidamente, como si acabara de nacer, otra vez, antes de continuar la dramaturgia, si es que queda algo después del sueño profundo, si es que le quedan ganas después de la siesta, y no opta, por ejemplo, por describir el resto del decorado retórico, que imaginamos pintado en blanco, no sabemos por qué, cómo es el habitáculo, que imaginamos cuadrado, no sabemos por qué, con una ventana pequeña en lo alto de la pared de la izquierda, y si es que no opta por hablar de la camilla donde se encuentra, que imaginamos blanca también, no sabemos por qué, o hablar del amor infinito que sienten ambos animales, que no podemos imaginar de modo alguno, pues se trata de un amor que se asemeja algo, solo algo al amor humano conocido, en lo que éste tiene de mamífero...




Y cuándo, cómo, se preguntará el público asistente y el resto de los especialistas en su curiosidad morbosa, de qué modo, en qué circunstancias, y cómo es posible que suceda....Esa presencia monstruosa que solo pueden llegar a concebir algunos seres en la belleza absoluta de Ícaro cayendo en picado sobre Icario, pues los humanos siempre se han asustado de la belleza, se han horrorizado ante ella. Sienten pánico. Y la bestia es bella y la belleza es bestial, hiriente, casi mitológica:
¿ Cómo va a exponer su descubrimiento ante la Comunidad Científica...? ¿Cuáles serían las supuestas, hipotéticas compensaciones? ¿ Qué ser que no haya perdido su conciencia sobre lo que representa la exquisita bestialidad, podrá concebir, aunque solo sea un instante, un instante, nada más, la presencia absoluta de la bestia...? ¿ En qué momento de la Historia un descubrimiento de estas características, que no se pueden especificar, incluso viendo a la bestia, estando en su compañía, ha sido comprendido por el gremio....? Y, lo que es más importante: ¿ Cuándo ha tenido credibilidad, si es que han tenido el suficiente coraje para enfrentarse al hecho de la existencia real de la belleza absoluta, del amor absoluto....?
¿ Cuándo ha aparecido en escena la bestia sin tener que exponerse al linchamiento y mezquindad de la mirada colectiva del gremio...?
Ahora la presencia se despierta y vuelve a mirarla fijamente, y en esa preciosa mirada ancestral de monstruo terriblemente bello, en esa mirada ensoñadora, encuentra la especialista el mundo de su infancia, aquel mundo que había perdido después de años de estudios inútiles, académicos hasta el espanto. Ahora la presencia se despierta y vuelve a mirarla fijamente. Ella, a su vez, se despierta, bosteza, la mira y siente cómo se despide, para volver más tarde, porque volverá, sin duda, mientras la investigadora baja lentamente de la mesa del laboratorio.

TRANSFORMACIONES GENÉTICAS

Transformaciones genéticas


“¿Qué harías si te prohibieran cortar el césped...?
Vería crecer la hierba.” ( Fahrenheit 451)
Música de Clint Mansell: π
Mi habitación es muy amplia y luminosa. La cama anatómica, junto a la ventana, orientada hacia el norte, una mesa pequeña en el centro, una silla giratoria, también anatómica, y un armario. A las seis de la mañana se conecta automáticamente el panel de control energético del edificio inteligente donde vivo y nos abastece hasta las nueve de la noche. Desde hace dos meses trabajo en el Centro Superior de Investigación Científica que se encuentra en la Zona Este de la ciudad. Siempre cojo el metro para ir al trabajo. Desde la salida de la boca del metro hasta la entrada del edificio de seis plantas hay unos doscientos metros. Ahí está, mi primer trabajo, la explanada, las cabinas con los vigilantes y mi tarjeta de identificación. Una vez pasados los controles de seguridad, subo a la segunda planta en el elevador metálico. He llegado pronto. Conecto el computador y reviso mis mensajes. Tengo uno de mi profesora polaca, Agnieska Mrozek, con varios archivos adjuntos:
- Dudo que volvamos a vernos. Te dejo estos archivos con mis anotaciones. No hay peligro. He utilizado nuestro código. Espero que no te descubran. Léelas, guárdalas y déjaselas a quien consideres oportuno. ¡Rápido...! No puedo más. Lo dejo en tus manos.
- Estoy aturdida. No entiendo. La han expulsado. Pero...¿ Por qué.....?
Antes de abandonar el Centro de Investigación, guardé algunas de las notas e impresiones sobre el proceso al que estaba asistiendo. La profesora Agnieska Mrozek me ayudó en mis comienzos. Tardó poco en ser expulsada por el Consejo. El derecho a ser informado de la acusación formulada es esencial para que el acusado pueda preparar su defensa y se concreta en conocer los hechos que se le imputan y la calificación jurídica de los mismos, y en el caso de no entender la lengua oficial correspondiente, el imputado tiene derecho a la efectividad de ese derecho, por medio de un intérprete que proporciona el Juzgado. Jamás se supo cuál era la acusación ni hubo intérprete. Nadie me informó ni volvimos a saber nada de mi profesora polaca. Posteriormente, contrasté algunas de mis observaciones con varios neurólogos, médicos y genetistas, que fueron confirmando su teoría. Como mi contrato en prácticas en el Centro de Investigación Científica finalizará pronto, transcribo algunas de sus anotaciones guardadas, sabiendo como sé que alguno de mis sucesores, de existir, podrán encontrarlas.
2 de julio de 2006.
Transformaciones Genéticas.
Es lógico que el cerebro humano no desarrolle toda su actividad. El gen de la supervivencia anuncia que, de ser así, nunca se haría de forma sincronizada, y a la especie no le interesa. La especie no sabe que no le interesa conscientemente. Lo sabe su memoria genética. Los seres que han salido del esquema desarrollando algo más su potencialidad, son hijos de un desliz, de un azar o de un error. No estaban previstos. Y al no estar previstos, el sistema no prevé su existencia. La línea genética del error, de lo no previsto, puede darse en la misma familia genética, heredando, quién sabe, caracteres de tres o cuatro generaciones anteriores que cometieron, a su vez, sus deslices. Digamos que existen genes conservadores y genes aventureros, que van por libre en la carrera genética. Esta es la única explicación, pues la memoria genética no estaba programada para otras transformaciones ni descubrimientos. Sin embargo, el azar, que actúa en todas direcciones sorprendiendo a la lógica más aplastante, ofrece la posibilidad de que se den conjunciones, uniones genéticas anárquicas, que, paulatinamente, de forma progresiva, produzcan pequeñas mutaciones que no se harán perceptibles hasta pasado mucho tiempo. Cada gen es similar a un minúsculo microchip que guarda la memoria de un computador avanzado. De los genes más conservadores y primitivos nacieron las familias sólidas y la tendencia a la raigambre. Los genes más experimentales, en cada generación, pueden producir efectos depurativos. Como el jardinero que limpia las malas hierbas del jardín, estos genes airean interiores, expurgan viejas rencillas en las tribus genéticas y hacen la función de mediadores entre los pancistas y los racionales. En ese amasijo de puntitos infinitesimales que se mueven como pulgas por el corredor de la vida, algunos científicos arriesgados se lo pasan pipa. Aún así, la constatación de que el cerebro humano se mantiene atrofiado en la mayor parte de su territorio grisáceo, no deja de inquietar a una facción investigadora. ¿ Cuál es la causa de esa atrofia....? Unos dicen, con reservas, que la batalla está ganada por los genes más conservadores, y que sólo un cambio drástico, provocado por una catástrofe similar a la erupción de un volcán de dimensiones infinitas daría lugar a cambios radicales en la especie. Nos referimos al fenómeno que no contempla la manipulación genética por parte de los humanos. Otros, en cambio, aseguran que la aventura comienza aquí, que existen síntomas de ese cambio, y tampoco contemplan la manipulación, en absoluto, pues creen que no es necesaria para que se produzca. No porque vayan a aparecer monstruos de cuatro cabezas o seres clónicos que sirvan como esclavos a los estados-isla, una de las posibles ficciones- realidad que han dado más terror. La forma infantilizada del terror. No es eso. Piensan en el final de la especie tal y como la hemos conocido. Pues no hay mayor terror que ser de otra especie con la misma cara y el mismo cuerpo.

¿Es posible que sea así....?
Esta es la ficción de una aventura.

3 de julio de 2006.
Los genes y el cerebro.
Si no existiera la conexión, la ficción no existiría.

10 de julio de 2006.
La experiencia programada.
Pienso en mi experiencia. Traspasado el umbral programado, se va ajustando a otras experiencias-miniatura que sigo experimentando como propias, hasta que llegue el día de su total extinción, por inutilidad. Estas experiencias-miniatura son la copia de la copia de otras experiencias vividas por nuestros antepasados. A medida que la experiencia se repite su valor va disminuyendo y, con él, mi sensibilidad ante la aparición de otra experiencia semejante. Al ser miméticos, las secuencias no son simultáneas, pues hay una franja de tiempo que separa al imitador y al que es imitado, pero tarde o temprano llegarán, como experiencia real o experiencia copiada. Miles de ejemplos del hacer cotidiano iluminan esta definición, desde las formas que adopta mi tiempo de ocio y mi pensamiento, a las de la esclavitud en mi trabajo, y lo que hoy se llama creación. Algunos de los miembros de las generaciones intermedias venimos cargando con el fardo de la conciencia real y el de la no-conciencia de aquellos que, no perteneciendo, todavía, a la especie que se sucederá en un futuro no lejano, nacen adaptados a las manifestaciones de la experiencia programada. El hecho de la existencia de esa conciencia provoca ya el cambio hacia la nueva especie. Somos los híbridos, héroes del mestizaje que no fuimos absorbidos o exterminados por nuestros predecesores y progenitores: los hijos y nietos del desliz.



13 de julio de 2006.
“El agua se aprende de la sed”. Emily Dickinson.
“No hay sed. ¿ Dónde está el agua? ” Palabras sin contenido.
Al igual que una misma palabra no tiene el mismo significado para una persona u otra dependiendo de su ambiente, cultura, educación y biografía, voy observando cómo paulatinamente las palabras se han ido vaciando de su contenido originario o desapareciendo al desaparecer su referente. Se salvan las que hacen mención a los instintos: sed, hambre, sueño, sexo. O al nacimiento y la muerte. Nacer y morir, en todas las lenguas del mundo, significa lo mismo. Tras miles de repeticiones y mutilaciones, muchas palabras han terminado por no significar nada. Multitud de seres habitamos el mundo desconociendo que esas palabras significaron algo para nuestros ancestros. Lenguaje es pensamiento. Cuanto más rico es el lenguaje más rico es el pensamiento. De lo que se deduce que el grado de reflexión y pensamiento ha disminuido tanto que todavía se desconocen las consecuencias en los estados-isla. ¿ No se necesita o no sabemos que se necesita...? Si más del noventa por ciento de la especie dedica todo nuestro tiempo a la subsistencia, que nunca ha sido más difícil, se desconoce lo que pasará en un futuro. Por otro lado, jamás se ha abusado tanto y tan mal de palabras que significan otra cosa adaptadas a los usos y negocios de los nuevos traficantes de humanos: talento, creatividad, cultura. Y con ellas, la aparición de técnicos y gestores especializados en tareas sin parangón posible en la Historia.
14 de julio de 2006.
Juegos de simulación. Los Sim. ¿ Soy un Sim....?
Sabemos que los juegos de ordenador requieren varios ingredientes para resultar atractivos: buenas dosis de acción, un poco de sangre, y la violencia necesaria para que el juego sea divertido. La violencia es imprescindible para crecer, pero que ningún personaje hable en el juego, resulta, al menos, curioso. Por no hablar de ese lenguaje parco y estúpido de los chat o los juegos de internet. Hemos sustituido la experiencia real por la experiencia virtual, que ha suplantado a la primera en unas décadas. Miles de individuos pasan horas conectados a sus ordenadores, sin ninguna comunicación con el resto, controlados por otros que, a su vez, están programados.



15 de julio de 2006.
Exploración a través de los sentidos.
Eran cinco: gusto, olfato, tacto, vista y oído. Los sabores han cambiado tanto que se necesitan auténticos gourmets que estimulen nuestro paladar. Con el resto de los sentidos sucede lo mismo: no olemos ni vemos ni escuchamos los olores, colores y sonidos de nuestros antepasados. No los entendemos. Por lo tanto, no existen. No se explora a través de los sentidos. El miedo cada vez es mayor. La curiosidad ha desaparecido. De no ser así, no se necesitarían horas extras pagadas de masajes o terapias. La parte humana que queda en nosotros se rechaza a sí misma. Hasta hace poco tiempo algunos sabios orientales seguían conservando los secretos de sus esencias, siendo expertos en olores, sonidos ancestrales y sabores, pero dado el contagio y la contaminación, han ido desapareciendo. El único sentido desarrollado es el de la vista, aunque no percibimos los matices de color. La falta de percepción es similar en un sano y un enfermo. De hecho, los conceptos de salud y enfermedad están desapareciendo. El miedo ha reducido nuestras posibilidades a otra edad mental, que nadie osa situar todavía, sin ninguna capacidad de empatía.
17 de julio de 2006.
Pérdida de imaginación, capacidad de observación y pensamiento lógico.
La imaginación, capacidad de observación y pensamiento lógico se encuentra solamente en esa etapa que va del nacimiento hasta los siete años. A partir de ahí, al sistema, en su conjunto, no le interesa. La progresiva castración de ciertas capacidades nos convierte en seres que llegamos a la edad adulta en un estado de embrutecimiento absoluto, aptos para ser esclavos útiles, sin capacidad de respuesta ni capacidad crítica. Jamás se ha hecho más necesario el disimulo y la ocultación. Esta característica es sustancial en el análisis del fenómeno del cambio, pues tanto la Sociología como la Psicología y, en parte, la Psiquiatría, sólo pueden explicar una parte del fenómeno real en su estado inicial, correspondiente al pleistoceno, en lo que respecta a las transformaciones genéticas.



Lo que en principio puede ser un estudio del comportamiento de un individuo respecto al grupo puede acabar convirtiéndose en una verdadera transformación genética, y, pasado el tiempo, en una auténtica metamorfosis biológica. Hasta hace relativamente poco la gente se esforzaba en tener una seña de identidad, pues el sistema necesitaba individuos que les contase qué era lo que le pasaba. Lo decían, lo escribían o lo narraban. En la actualidad, casi nadie se adentra en esos jardines porque la sociedad no parece sentir esa necesidad. La inteligencia teórica no ha sido sustituida por una inteligencia práctica. Ha sido sustituida por internet, rudimento tecnológico adaptado a las necesidades de los individuos sin conciencia. La sociedad no necesita a nadie que le cuente lo que le está pasando. El gen que guarda la memoria de estas facultades, al no utilizarse, se atrofia y muere. En la lucha por la vida no llegan todos los espermatozoides al óvulo. El gen que guarda esta memoria y muere, no se reproduce ni se hereda.

18 de julio de 2006.
Promiscuidad de la indiferencia.
No existe vicio con mayor reputación que el de la indiferencia. Para llegar a ser un indiferente se necesita una mutación genética real. Ningún científico nos ha desvelado el secreto. Pero terminará haciéndolo, sabiendo que le queda poco tiempo.
¿Quién tiene cargos de conciencia, hoy....?

18 de julio de 2006.
Analfabetismo
No existe una conciencia real sobre el analfabetismo. Existió, hace décadas, pero ya no quedan seres representativos de esa conciencia.



20 de julio de 2006.
Visita a los campos de exterminio de Polonia.
Montones de mechones de pelo, de lentes, montones de fotografías y prótesis. Una mujer se pinta los labios y se peina. No estuve allí. Me lo contaron.
23 de julio de 2006.
Casos prácticos. Celdas Alfa, Beta y Gama.
Macho y hembra adultos. Ejemplares nº XX. Edad: 50-60 años. Individuos dóciles y sumisos adaptados a las exigencias del estado-isla. Breve fase de angustia existencial que ha dejado secuelas en ambos hemisferios del cerebro. Forman parte de los últimos individuos de la especie en estado de degradación. Presencia de muelas del juicio. Operaciones frecuentes: apendicitis y próstata. Elevado porcentaje de adictos al tabaco, el alcohol y las drogas. Han sido productivos. Lenguaje: registro de las palabras “libertad”, “igualdad”, “fraternidad”, y de la expresión “me importa una higa”, desaparecidas a mediados del siglo XX. Significado desconocido.
Macho y hembra adultos. Ejemplares nº XXI. Edad: 30-40 años. Individuos adaptados a las exigencias del estado-isla. Alto grado de especialización. Períodos de angustia y acoso laboral que han dejado secuelas en ambos hemisferios del cerebro. Productivos. Forman parte de los híbridos. Operaciones frecuentes: laparoscopia de quiste endometrioso. Desaparición paulatina de muelas del juicio. Elevado porcentaje de adictos a las drogas. Lenguaje: registro de las expresiones: “ la realidad supera a la ficción” y “atufa a perruño”, desparecidas a finales de los años noventa del siglo XX. Significado desconocido.
Macho y hembra adolescentes. nº XXII. Edad- 15-18 años. Individuos dóciles totalmente adaptados a los estados-isla. Pérdida de capacidad lógica, de abstracción y concentración. Períodos de aburrimiento que han dejado secuelas en ambos hemisferios del cerebro. Productivos. Necesidad de estímulos constantes para la realización de tareas básicas. Operaciones: vegetaciones y anginas. Desaparición total de muelas del juicio. Elevado porcentaje de alérgicos y adictos a las drogas sintéticas. Lenguaje: Estructuras elementales. Registro de las expresiones: “pienso de que es superfuerte” y “es como muy auténtico”, desaparecidas a finales de 2000. Significado desconocido.

Dejo estas anotaciones para los futuros contratados.
Me invitan a regresar a mi apartamento, para trabajar más tranquila, según dicen, en horario de ocho a tres, donde varios pares de ojos analizarán la elección de mis apareamientos para posibles compatibilidades genéticas, lo que hago, lo que como y cuándo duermo.
- Acerque más el objetivo.
- ¿ Qué está haciendo la cretina....?
- Observa por la ventana cómo un anciano poda las plantas del jardín. Ahora se rasca la cabeza, bebe un gran vaso de agua y se sienta en la silla anatómica a leer un libro.
- ¿ Pero qué dice...? ¿ Cómo...? Si no hay ancianos y no hay césped. ¿Bebiendo agua....? ¿ Leyendo qué....? Quite, por favor, quite.... Déjeme a mí....

Ángeles Basanta